Hace 20 años desapareció la Policía Política checoslovaca

La temida Policía Política Checoslovaca (StB) fue disuelta hace 20 años. Se trató del mayor instrumento de represión e intimidación utilizado por el régimen comunista contra sus ciudadanos.

Tras la derrota del totalitarismo en 1989, una de las tareas inmediatas de las fuerzas democráticas fue neutralizar y posteriormente disolver el aparato de represión del Partido Comunista.

El poder de la Policía Política en la sociedad checoslovaca no tenía límites, vigilaba a los ciudadanos desde que nacían hasta que morían y sus competencias estaban por encima de la ley.

El 31 de enero de 1990 el ministro del Interior Richard Sacher, del gobierno democrático, anunció ante las cámaras de televisión que había dado la orden de disolver a la Policía Política

“Estimados ciudadanos, hoy ordené la disolución de la Seguridad del Estado. De inmediato recogeremos todas las armas oficiales y privadas, así como los carnets de identificación de todos los agentes”.

Fue así como se puso fin a más de cuatro décadas de terror. La Policía Política fue el instrumento represivo más brutal del régimen comunista checoslovaco.

El director del Instituto para el Estudio de los Regímenes Totalitarios, Pavel Žaček, recordó que la Policía Política seguía el patrón de los Servicios de Inteligencia surgidos en Moscú. Utilizaba los mismos métodos para amedrentar y aislar a los llamados “enemigos internos” o sea a la oposición política.

En las operaciones de carácter internacional la Seguridad del Estado recibía órdenes directamente desde el Kremlin, según cuenta Žaček.

“Partiendo de que era coordinada y dirigida desde Moscú, llenaba uno de los espacios que había distribuido la KGB entre Polonia, Alemania Oriental, Bulgaria etc. Y es por eso que todavía desconocemos la magnitud de algunas de las actividades de la Policía Política en el exterior”.

Entre las operaciones más conocidas destacan un intento de atentado en Viena y un ataque con bomba contra las instalaciones de Radio Europa Libre en Alemania.

El tema de la Policía Política comunista sigue despertando heridas en la sociedad checa, porque a lo largo de cuatro décadas los agentes trataron de utilizar para sus fines a miles de ciudadanos.

Recientemente el Instituto para la Investigación de los Regímenes Totalitarios publicó la lista de los antiguos agentes y oficiales del Servicio de Inteligencia comunista. Entre la población circulan diferentes listas con los nombres de supuestos ex colaboradores de la Policía Política, muchos de ellos en altos cargos públicos o del sector privado.