Exposición "Lidice 2003" refleja nuestro mundo visto por los niños
Hermosos paisajes, animales, flores, príncipes y princesas, figuras de seres queridos, pero también tanques y aviones lanzando bombas, reflejan los dibujos infantiles en la muestra internacional "Lidice 2003", inaugurada este jueves en Praga.
Música folclórica interpretada por el conjunto infantil de la ciudad de Blatná, daba la bienvenida a los visitantes de la exposición "Lidice 2003", instalada en el Palacio de las Ferias, en Praga.
"Se trata de una exposición internacional de dibujo infantil, una de las pocas de ese género organizadas en el mundo. Se celebra, desde hace años, a comienzos de junio, en homenaje a los niños de la aldea checa de Lidice, que durante la Segunda Guerra Mundial fueron víctimas de los nazis", indica Pavla Hovorková, comisaria de la muestra. Apunta que los autores de los dibujos son niños entre 4 y 16 años de edad, provenientes de más de 65 países del mundo, entre ellos, Argentina, Rusia, Brasil, España, Costa Rica, Cuba y Japón.
La exposición contiene alrededor de 3 mil dibujos. Son los mejores trabajos enviados al concurso internacional de dibujo infantil, organizado por la Casa Editorial checa, Mladá Fronta, en cooperación con el Monumento de Lidice y auspiciado por los ministerios de RR.EE., Cultura y Educación checos. Los autores de los mejores trabajos serán premiados con la medalla "La rosa de Lidice".
Sus impresiones de la muestra las compartió con Radio Praga Anna Nesporová, una de las mujeres de Lidice que sobrevivió el campo de concentración nazi.
"Estoy muy emocionada a la vez que aprecio altamente el que los niños del mundo entero no olvidan a los niños de Lidice y con sus dibujos rinden homenaje a todos los niños, víctimas del nazismo".
A la inauguración de la exposición asistió también David Paulovich, Encargado de Negocios de la Embajada de Cuba en Praga, quien elogió la muestra.
"Preciosa, maravillosa la exposición. Cada año es más bonita, con dibujos de mayor calidad y una participación cada vez mayor".
La aldea checa de Lidice, a unos 20 kilómetros de Praga, guarda uno de los más tristes testimonios de la Segunda Guerra Mundial. El 10 de junio de 1942, los nazis arrasaron la aldea, fusilaron a 192 hombres de la misma y a las mujeres y los niños los enviaron a campos de concentración. Sobrevivir y regresar a Lidice lograron sólo 137 mujeres y 17 niños.