Exponen en Broumov un fresco del siglo XIV con historias del evangelio de san Mateo
La iglesia de san Pedro y san Pablo de la ciudad de Broumov expone al público en la casa parroquial un fresco del siglo XIV.
En 1967 el cura de la iglesia de san Pedro y san Pablo de la ciudad de Broumov, en el noreste de Bohemia, buscaba un lugar para aparcar su automóvil. Dio vuelta a la casa parroquial y descubrió una pequeña puerta que llevaba a un sector desconocido del sótano del templo.
Así contó a la Radio Checa el cura de la iglesia de Broumov, Martin Lanži la historia del descubrimiento de un fresco que data de principios del siglo XIV.
“Al entrar en el lugar, topó con una gran cantidad de huesos por todos lados. Los huesos fueron recogidos para ser sepultados, y durante la tarea fue apareciendo poco a poco en la pared el fresco. Posteriormente se descubrió que se trataba de una obra del siglo XIV”.
Se estima que la pintura fue creada entre 1320 y 1330, posteriormente fue sometida a una minuciosa restauración.
El fresco refleja una historia del Evangelio de san Mateo sobre las diez doncellas, que con sus lámparas iban a esperar al esposo, según contó a la Radio Checa Martin Lanži.
“Las figuras en el fresco tienen su historia en el Evangelio de san Mateo. Muestran a las cinco doncellas sensatas y las cinco necias. Las primeras llevan en sus manos en alto lámparas y detrás tienen un fondo azul. Estas se encaminan al Cielo. Las otras cinco, con un fondo rojo, son las doncellas necias que no tenían aceite de reserva y las lámparas se les apagaron prematuramente. Por ello las llevan colgando hacia abajo. Lo excepcional de esta pintura son los diablos en los hombros de las doncellas necias conducidas al infierno. La figura de los diablos en los hombros de las vírgenes no aparece en otras pinturas en el mundo entero, que sepamos”.
La obra, pudo haber desaparecido para siempre si no fuera por una casualidad, de acuerdo con el cura de Broumov, Martin Lanži.
“Esta pintura mural pudo desaparecer, porque se han conservado proyectos de 1913, cuando se planificaba una reconstrucción total del edificio de la parroquia. Pero estalló la Primera Guerra Mundial, y no fue posible proceder a la realización de aquellos planes”.
Gracias a ello la pintura mural de Broumov se ha conservado hasta el presente. Después de la restauración, la Iglesia de Broumov decidió abrir el lugar al amplio público durante todo el año.
