Expertos checos buscan tratamiento rápido contra la depresión
La enfermedad silenciosa, como también se conoce a la depresión, afecta a un número cada vez mayor de personas en la República Checa. Recientes estudios indican que el 10% de la población checa sufre algún tipo de depresión. Especialistas del Centro Psiquiátrico de Praga trabajan en un nuevo programa que puede ayudar a recetar medicamentos a “la medida” de cada paciente y hacer más rápidos y eficaces los tratamientos.
Los expertos sostienen que se trata de una enfermedad como cualquiera otra y no de un simple estado anímico, que puede desembocar en un trastorno que incapacite por completo al enfermo.
En el Instituto Psiquiátrico de Praga los especialistas trabajan en un programa que busca acelerar la medicación de los pacientes, según indica Cyril Höschl, director de la institución.
“Los antidepresivos empiezan a hacer efecto a largo plazo, y muchas veces nosotros no sabemos si realmente ayudan, y se pierde muchísimo tiempo en la búsqueda del medicamento adecuado”, indicó el experto.
Con el propósito de ese proceso, los médicos del Instituto Psiquiátrico de Praga realizan pruebas con ayuda de la electroencefalografía (EEG), que en menos de media hora ofrece un espectro de posibilidades de medicación que reduce el consumo de fármacos a los pacientes.
Gracias a la exploración neurofisiológica de la actividad bioeléctrica cerebral, los especialistas pueden determinar en el lapso de una semana qué tipo de medicamentos es el más conveniente para tal o cual paciente.En el programa del Instituto Psiquiátrico de Praga participan 140 enfermos que de manera voluntaria se someterán a pruebas hasta el año 2015 y en caso de que el nuevo método de diagnóstico, con ayuda del EEG, se compruebe se logrará suavizar el consumo de antidepresivos en Chequia y posiblemente en otros países.
En su informe de 2012, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que unos 350 millones de personas se ven afectadas por algún tipo de depresión a nivel mundial.
La depresión es el resultado de interacciones complejas entre factores sociales, psicológicos y biológicos. Hay relaciones entre la depresión y la salud física; así, por ejemplo, las enfermedades cardiovasculares pueden producir depresión, y viceversa, se indica, entre otras cosas en el informe. Para el año 2030 la depresión puede convertirse en una de las enfermedades de gran propagación a nivel global, se sostiene en el informe de la Organización Mundial de la Salud.