Están en boga los refrescos y el agua entre los hábitos de consumo en Chequia

Foto: tiverylucky / FreeDigitalPhotos.net

Aumenta considerablemente en República Checa el consumo de bebidas no alcohólicas, especialmente refrescos y agua mineral embotellada. Las nuevas tendencias de consumo se basan en un estilo de vida saludable y en las variaciones climáticas.

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Actualmente, en lo que a refrescos se refiere, se encuentra en el mercado checo una oferta mucho más amplia en comparación a los años anteriores. La población muestra una preferencia en ascenso por los refrescos. El consumo total de bebidas no alcohólicas creció a mediados de año más o menos un 6%.

En respuesta a ello, los productores se adhieren a las nuevas predilecciones de los consumidores. Ofrecen bebidas no solo con nuevos sabores sino también variantes bajas en calorías. La empresa F.H. Prager produce uno de los refrescos más populares en territorio checo, el Pragomošt. Su dueño, Cyril Holub, nos comenta.

“Nuestro primer refrersco fue Pragomošt original, que se basa en una idea muy simple muy difundida en Alemania y Austria. Es mosto de manzana con agua con gas”.

De la misma manera como aumenta la demanda por las gaseosas, también, aunque en menor medida, crece la afición por las aguas embaladas provenientes de manantiales y enriquecidas con minerales. Pese a que la mayoría de los checos sigue optando por las bebidas gaseosas, casi un cuarto de la población antepone el agua mineral.

El portavoz de Aguas Minerales de Karlovy Vary, una empresa líder en la producción de aguas minerales en Chequia, Pavel Novák, agrega.

“En los países donde tenemos plantas de producción, o sea la República Checa, Hungría y Austria, las ventas en los mercados locales de agua embalada han aumentado en promedio en un 6%”.

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Son las gaseosas y las aguas embotelladas las bebidas que encabezan el mayor porcentaje de consumo. Esto equivale, respectivamente, a un 53 y 23 %, según los cálculos de la Asociación de Bebidas no Alcohólicas de la República Checa. Le siguen la consumición de siropes y jugos.

Las inclinaciones por una bebida u otra están determinadas, en gran parte, por el clima. El director del Centro de Cardiología Preventiva en Praga, Richard Češka, afirma que "en las temporadas frías la gente prefiere no solo bebidas más dulces sino también comida más calórica porque debido al frío el cuerpo tiene la necesidad de suplir energías".

Si se compara a Chequia con otros países europeos, los checos ingieren bebidas no alcohólicas en una cantidad promedio. En cuanto al alcohol, se estima que cada checo bebe al año 144 litros de cerveza, 20 litros de vino y 6,5 litros de licor.

Autor: Ana Briceño
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