En el Senado checo se debatió sobre el "genocidio" de los labradores checos

Procesos escenificados, deportaciones y encarcelamientos de labradores en campos de trabajos forzados acompañaron la colectivización del campo checo. Los crímenes perpetrados por el régimen comunista en las familias labriegas en los años 50 del siglo pasado fueron el tema de un debate público que se realizó este martes en el Senado checo.

Cerca de 1 100 agricultores y sus familiares fueron expulsados forzosamente de sus hogares durante la colectivización del campo entre los años 1950 y 1953. El impulso fue la resolución del Comité Central del Partido Comunista Checoslovaco dirigido por Klement Gottwald de liquidar el estamento agrario, a pesar de que la Constitución garantizaba su existencia y la posesión de la tierra.

En el marco de la acción "kulak", palabra peyorativa adoptada del ruso para denominar al propietario de la tierra, los funcionarios comunistas seleccionaban al rico de la aldea señalándole como "kulak", la persona era puesta ante un tribunal que le condenaba en el mejor caso a pagar una multa elevada por no entregar debidamente los subsidios agrícolas obligatorios al Estado. En el caso peor y más frecuente el "kulak" era sentenciado a perder todos sus bienes y a él y su familia se le prohibía la residencia en el distrito, explicó Pavel Bret de la Oficina para la Investigación de los Crímenes del Comunismo.

"Las consecuencias fueron muy trágicas ya que se trataba de familias que heredaban la tierra de una generación a otra y de repente fueron expulsadas a otro extremo del país. Muchas personas no lo sobrevivieron".

Algunos historiadores hablan incluso de un genocidio. El objetivo del debate público en el Senado, en el que participaron antiguos presos políticos, así como la fiscal general, Renáta Vesecká, fue juzgar la colectivización desde el punto de vista jurídico para estipular si habían sido cometidos crímenes contra la humanidad. Las Leyes de Rehabilitación Judicial y de Restitución adoptadas después del año 1990 se centraron tan sólo en moderar las consecuencias de las injusticias de aquella época. Ninguno de los responsables por las deportaciones forzosas de labradores fue condenado.