En Chequia hay que controlar los puentes
Unos mil puentes checos serán sometidos a una inspección profunda. Muchos acusan grandes niveles de descuido.
“Algunos de los defectos resultan imposibles de detectar en las inspecciones comunes. Por eso pido un control extraordinario”.
El control se aplicará en las construcciones que fueron edificadas entre los años 60 y 80, con concreto pretensado, la misma tecnología que se utilizó en el puente que colapsó en Italia. Este procedimiento técnico consiste en verter el concreto alrededor de tendones tensados, lo que debería protegerles de la oxidación.
Sin embargo, la reciente inspección de un puente en la ciudad de Karlovy Vary reveló que las estructuras de acero estaban en proceso de oxidación, y en vez de la reconstrucción planeada, el puente deberá ser derrumbado.
Para evitar este tipo de sorpresas, las inspecciones se centrarán precisamente en comprobar el estado de los tendones, explicó Jan Kroupa, director general de la Dirección de Autopistas y Carreteras.
“En el marco de este control extraordinario nos enfocaremos en comprobar el estado de los canales en los que se encuentran los tendones. Disponemos de bastante información sobre los puentes y gracias a ello pudimos seleccionar las construcciones que van a ser sometidas al control. Supongo que en el plazo de unos seis meses podríamos llevar a cabo todas las inspecciones”.En total se trata de unos 400 puentes ferroviarios y unos 600 puentes en las carreteras de primera categoría.
Las comunicaciones de segunda y tercera categoría son administradas por las autoridades regionales. Esas deberían comprobar el estado de los puentes que las corresponden.En la República Checa hay casi 18.000 puentes en las carreteras y unos 6.750 puentes ferroviarios. La Dirección de Autopistas y Carreteras administra unos 5.000 puentes de primera categoría, de los cuales seis se encuentran cerrados por el mal estado. Los puentes checos suelen ser sometidos a inspecciones regulares cada año, y a una inspección más detallada cada seis años.