Ema Destinnová, afamada soprano checa
La soprano checa Ema Destinnová fue una de las grandes estrellas del mundo lírico nacional e internacional. Al lado del famoso tenor italiano Enrico Caruso triunfó en el Covent Garden, la Ópera Metropolitana, la Scala y en otros escenarios mundiales. Del nacimiento de la diva se cumplen este mes 125 años.
Ema Destinnová nació el 26 de febrero de 1878. Su padre era uno de los ricos y conocidos mecenas del arte praguense. Sus dotes artísticas eran realmente amplias, por lo que la joven estuvo indecisa por mucho tiempo entre la literatura y la música.
Frantisek Fürbach, presidente del club de Ema Destinnová, lo confirma destacando que la diva haya debutado en el mundo artístico no como cantante, sino como autora dramática.
"En 1896 Destinnová debutó en Praga como autora dramática. Hay que destacar que en aquella época Destinnová ya no era ninguna novata literaria, sino autora de numerosas novelas y poemas. En ningún caso se trató de una afición de carácter temporal. La literatura marcó toda su vida."
No obstante, para gran suerte del mundo de la ópera mundial, Ema Destinnová se decidió por la música. Sobre su decisión influyó de manera significativa su profesora de canto, Marie Löwe-Destinnová. Como símbolo de agradecimiento, la joven cantante adoptó como seudónimo artístico el apellido de su maestra. Su nombre verdadero era Emilie Pavlína Kittlová.
Su primera presentación pública como cantante tuvo lugar en 1898, es decir, a sus veinte años. Con su fascinante voz, Ema Destinnová pronto subyugó a todo el mundo con la vergonzosa excepción de su ciudad natal, Praga, donde durante toda su brillante carrera artística no se encontró para ella un lugar permanente en el elenco del Teatro Nacional.
Entre 1909 y 1916, Ema Destinnová se presentó en los más diversos escenarios mundiales actuando, por ejemplo, en la ópera de Berlín, en el Covent Garden, en La Scala y también en la Ópera Metropolitana, de Nueva York, donde con frecuencia se presentaba en compañía del famoso tenor italiano, Enrico Caruso.
De los tantos éxitos de Ema Destinnová recordemos su actuación en el concierto celebrado en el Covent Garden, de Londres, con ocasión de la coronación en 1910 del rey de Inglaterra, Jorge V. En dicha audiencia solemne, la reina Mary, fascinada por su actuación, apuntó: "Yo soy reina, pero una de tantas. Usted es la única reina del canto en el mundo".
Destinnová pasó la época de la Primera Guerra Mundial en su palacete de Straz nad Nezarkou, Bohemia del Sur, al que se trasladó a vivir en 1914. Sin embargo, el último año de la guerra, volvió al escenario, cantando famosas arias en abarrotadas salas, ceñida por una faja con las colores nacionales y finalizando sus conciertos con el himno nacional.
En Straz nad Nezarkou la cantante conoció al que sería su esposo, Jozef Halsbach, un hombre 20 años menor que ella y de profesión mecánico de aviación que se ocupaba de la fotografía aérea. La boda se efectuó en 1923.
"Pese a que su profesión no era nada romántica, el propio Josef Halsbach afortunadamente era una persona muy amable y cariñosa. Por ejemplo, durante sus vuelos laborales por Bohemia del Sur no perdía ni una oportunidad de sobrevolar el palacete de Straz nad Nezarkou y echar desde la altura rosas blancas al balcón de su mujer".
Ema Destinnová solía decir que lo más horroroso era ver en el escenario a una mujer vieja. Fiel a este lema, pocos años después de finalizada la guerra, la mundialmente célebre soprano checa renunció a su carrera artística. Falleció el 28 de enero de 1930, rodeada por sus amados objetos recordatorios de su brillante carrera artística.