Eliška Junková
Eliška Junková es una legendaria piloto checa. Compitió en las carreras más prestigiosas de su época: en la carrera en subida de Klausenpass, dos veces la Targa Florio de Sicilia y el Gran Premio de Nürburgring.
Precisamente la Targa Florio, una de las competiciones más difíciles del mundo, marcó el punto álgido de su carrera. En 1928 terminó con su Bugatti 35B en quinto lugar y primera entre los competidores privados, es decir, los que no pertenecían al equipo de un fabricante. Y eso a pesar de enfrentarse a problemas técnicos. Se trata de uno de los resultados más extraordinarios en la historia del automovilismo femenino. La carrera de Junková se vio interrumpida por el trágico accidente de su esposo Čeněk Junek. No volvió a competir, pero nunca dejó de interesarse en los deportes de motor ni de apoyar a los pilotos checos, así como al desarrollo de los deportes de motor en el país. Fue una de las organizadoras de la legendaria pruebas de las Mil Millas Checoslovacas, que se celebró en los años 1933, 1934 y 1935. Tuvo también una gran participación en la creación de autódromo Masaryk de Brno.
El proyecto de ilustraciones “Mujeres checas que hicieron historia” se ha inspirado en el 100 aniversario de la legalización del voto para las mujeres checoslovacas en 1920 y el 200 aniversario del nacimiento de la escritora Božena Němcová. Se trata de un proyecto en el que colaboran los Centros Checos, los estudiantes de la Facultad de Diseño y Arte Ladislav Sutnar de Pilsen, coordinados por Renáta Fučíková, y Radio Praga Internacional.