El único inculpado en el caso Anička se lleva la verdad a la tumba
Puede que nunca se sepa qué ocurrió realmente con la niña Anička, secuestrada y asesinada brutalmente durante el otoño pasado. El único inculpado en el caso, el hombre conocido como Otakar T., ha fallecido este miércoles debido a las heridas que se autoinfligió el lunes pasado, en un centro de prisión preventiva.
Otakar T., de 41 años, intentó ahorcarse en su celda de detención preventiva el lunes y fue trasladado de inmediato, en grave estado, al Hospital Militar de Praga, donde se confirmó su deceso este miércoles, como sostuvo Jitka Zinde, portavoz de ese centro hospitalario.
”El paciente que fue transportado a nuestro hospital el lunes pasado desde un centro de detención, con graves heridas, ha muerto la mañana de este miércoles”, dijo en la Televisión Checa.
Otakar T. dejó una nota de suicidio, pero ha trascendido que en ella no reconoce haber asesinado a la niña.
El inculpado siempre había sido sospechoso de estar involucrado en la desaparición de Anička, pero nunca pudo probarse esa participación.La niña, que desapareció el 13 de octubre pasado cuando regresaba a casa tras su jornada escolar, fue buscada durante cinco meses por su familia, amigos y por la Policía, en una de las pesquisas más dramáticas que recuerde la historia policial checa reciente.
Especialistas de la Brigada Criminal seguirán investigando el caso, en la medida de sus posibilidades, sostuvo la portavoz de la Policía de Praga, Andrea Zoulová, en la Televisión Checa.
“Los encargados de la investigación están esperando los resultados de unas pesquisas periciales para saber qué medidas tomar a continuación”.Una de las posibilidades es que se encuentren restos del ADN del acusado en el cuerpo de la niña, lo que confirmaría su participación.
La Policía también realiza una investigación para determinar lo que de verdad sucedió con Otakar T. en prisión, ya que estaba recluido con otro detenido.
Entrevistado por la Televisión Checa, František Valeš, representante local del Comité Helsinki por los Derechos Humanos, mostró su sorpresa por la muerte del acusado.
”Suicidarse en una celda de retención, donde dos sospechosos comparten un mismo lugar de encierro, no es nada fácil. Y lo peor es que ahora es muy poco probable que los padres y familiares de la niña asesinada sepan algún día, con total certeza, quién fue el culpable de su muerte”.
La mayoría de los medios periodísticos checos, que han seguido este caso con mucho interés desde su comienzo, creen que Otakar T. se ha llevado la verdad a la tumba. De ser así, nunca se sabrá realmente qué ocurrió con Anička.