“El turista latinoamericano quiere calidad y eso beneficia a la RCh”
Un país donde nada queda lejos. Un país que tiene Praga y otros once lugares inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Un país donde pueden recuperar las fuerzas en un balneario de aguas termales, casarse en un palacio romántico, jugar al golf o ir cada día a un concierto diferente de música clásica. Éstas son algunas de las razones que representantes de la Oficina de Turismo Checa dan al turista latinoamericano para que visite la República Checa. Petr Lutter es director de una delegación de dicha institución en México, D.F. Conversamos con él sobre su trabajo en un reciente congreso de operadores de tour latinoamericanos, que se celebró en la República Checa.
“Yo creo que todos los turistas que vienen a Europa quieren ver Europa. No sólo los mexicanos, todos. Quieren ver lo máximo en poco tiempo. Ese es un tipo de turistas, que hace un recorrido de veinte días por Europa y visita treinta ciudades. Normalmente el primer viaje se hace así. Pero también notamos, y lo hablamos mucho con los operadores en toda Latinoamérica, que cada vez más el turista mexicano, argentino, brasileño, latinoamericano quiere vivir más el destino. Cuando regresa a Europa ya no quiere hacer un recorrido rápido, quiere más bien hacer dos o tres países, pero bien. Y eso nos beneficia a nosotros. Quiere vivir algo porque realmente si va a un circuito y se queda una o dos noches en Praga y luego va a Viena, realmente no conoce Praga. Entonces, cada vez notamos que ya no se trata de cantidad, sino de calidad. Somos el único país de Europa Central y del Este que tiene oficina de promoción turística en América Latina. Sinceramente, no tenemos competencia. Además somos exóticos para la gente de allí. Si se hace un seminario de Francia, España, Gran Bretaña, Canadá, EE.UU., la gente casi no va porque lo hacen todos los años. Pero si viene un país que suena y no suena como la República Checa y les invita a un seminario, a un fun trip, con publicidad y comunicados de prensa, de repente llamamos mucha atención. Lo que nos falta un poco es que otros países de Europa Central nos apoyen en la promoción. Austria ya dijo que a partir de junio su oficina en España se va a dedicar a la promoción, que de cierta forma nos puede beneficiar porque ya seremos dos y siempre es mejor estar en compañía porque se comparten los gastos y llamamos aún más atención”.
Entonces, ¿el mercado de turismo de América Latina tiene futuro para la República Checa? ¿Está creciendo?“Si no estuviera convencido no haría lo que estoy haciendo. Yo creo que tiene mucho futuro. Porque hablamos de un mercado que ya tiene Europa en sus itinerarios. Más de 300 mil mexicanos llegan a Europa, más de 250 mil argentinos, casi un millón de brasileños… Llegan a Europa, pero no a la República Checa. Según las cifras que tenemos, el mercado latinoamericano está creciendo cada año siete u ocho por ciento, o sea muy por encima de lo que es el crecimiento general de la República Checa. El año pasado eran casi 70 mil latinoamericanos. Lo que pasa es que no todos los hoteles los registran como latinoamericanos porque muchos vienen con operadores de España”.
¿Cree Ud. que en el futuro el turista latinoamericano se dirigirá también a otras partes de la República Checa?“Yo creo que sí. Elegimos tres ciudades – Praga, Karlovy Vary y Český Krumlov – para la promoción porque no podemos promover todo. No podemos saturar a la gente. De hecho, para la gente pronunciar ´Český Krumlov´ es bastante complicado. Entonces, elegimos tres lugares para empezar. Luego, por supuesto, vamos añadiendo más cosas. También hay que decir que las regiones tienen que estar preparadas para recibir al turista latinoamericano”.
El congreso también se centró en el aspecto culinario. ¿Por qué?
“La cocina, la gastronomía es muy importante porque es una sensación. Uno cuando viaja quizá es lo primero que le toca conocer en el país. Va a un restaurante y tiene que elegir de algo que ni sabe qué es. Nosotros, por ejemplo, este año organizamos Jornadas de la Gastronomía Checa en la Ciudad de México y en Monterrey. En vez de invitar a los operadores a la República Checa, les invito a la comida checa. Les llevo un trozo de la República Checa allá. No les puedo traer un castillo, pero sí que les puedo traer un sabor para que tengan una experiencia, una sensación del país previa al viaje”.