El tramo restringido del río Moldava, un paraíso natural para disfrutar en compañía de unos pocos
El Parque Nacional de Šumava es el lugar preferido para los entusiastas del canotaje que quieran explorar la naturaleza local.
La zona principal del Parque Nacional de Šumava es un área protegida dedicada a la preservación de la flora y fauna de la región. Aunque a los senderistas se les prohíbe la exploración de esos bosques vírgenes, el canotaje, una tradición checa muy popular, es una opción alternativa para admirar la belleza del lugar. Las aguas del Teplá Vltava, esto es, el Moldava Caliente en español, uno de los afluentes principales del Moldava, ofrece esta posibilidad, pero para una cantidad limitada de personas.
En entrevista para la Radio Checa, los hermanos Šimon y Eliška relataron brevemente su experiencia.
“Estuvimos aquí el año pasado y nos divertimos un montón. Había algunas presas por el camino, así que volcamos. Todos nos caímos del bote y les aseguro que el agua no estaba nada caliente. Pero a mí me encanta el agua, así que lo disfruté”.
Por otra parte, el piragüista Lukáš Pollert, campeón olímpico y de Europa, ha estado surcando las aguas de ese romántico enclave con sus amigos desde el año 2008.
“Esta experiencia la pensamos como un evento familiar durante la primera semana de vacaciones. Nos conviene venir aquí porque la cantidad de botes es limitada, así que hay menos personas. Está increíblemente tranquilo”.
Los entusiastas del canotaje deben pagar una cuota para poder entrar a la zona protegida del Moldava. Vladimír Dvořák, director del programa de canotaje, ofreció más detalles para la Radio Checa.
“Cuando la gente se registra en línea, la cuota vale 24 euros, mientras que la venta de entradas aquí mismo cuesta 28 euros. No obstante, esta actividad es posible sólo cuando hay suficiente agua, es decir, por encima de 60 centímetros”.
Dvořák dice que sólo siete botes están permitidos en esta zona cada hora y que no es una regla negociable. La razón principal es que esta es un área habitada por especies protegidas. Por ejemplo, la sección entre el puente Soumarský y Pěkná es un hábitat para la ostra perlífera de agua dulce, una especie en peligro de extinción que requiere un ambiente casi prístino. Es además fácil de dañar y por eso se reduce al mínimo el número de botes que cruzan este área. Sin embargo, el acceso también depende de las condiciones meteorológicas y la cantidad de lluvia que haya caído en los últimos días, dice Dvořák.
“Tenemos más o menos el mismo número de solicitudes cada año. Alrededor de 3000 botes pueden navegar durante un buen año, es decir, cuando el nivel del agua es alto. Cuando es bajo, emitimos una restricción de canotaje y rafting. El año pasado fue crítico en este sentido. Había una gran sequía y tuvimos que reducir el número de botes que dejábamos entrar. En vez de los habituales 3000, se lo permitimos solo a 1500 de julio a octubre”.
Este año, gracias a la primavera y verano lluviosos, el nivel del río es alto. Así que los interesados en el canotaje por esta parte del río Moldava, se pueden inscribir en el sitio web de la administración del Parque Nacional.
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