El sucio espejo del alma de Miguel Vilca Vargas
Sugerentes siluetas sobre la arena, rostros horrendos sin mirada en pintura convencional, esas son las dos facetas artísticas que el pintor peruano Miguel Vilca Vargas expone en la galería praguense de Ztichlá Klika bajo el nombre del ‘Quodlíbet del Búho’.
“La mayoría son rostros, son como espejos personales. También con textos. Es un trabajo un poco más íntimo. Son algo así como mi propio espejo en el lienzo, no hago bocetos, nada, sale como está. Tal vez mi vida no sea tan feliz, pero es lo que siento, lo que quiero expresar. Casi siempre he pintado rostros, pero ha ido evolucionando de acuerdo al tiempo de trabajo y ahora están en esta fase, un poco más interiorizado, parece que más simple, menos profundo. Ahora ya encuentro el camino que me parece más apropiado para mí”, comentó.
La otra parte de la muestra la forman trabajos realizados con arena por los que desfilan siluetas de cuerpos desnudos y en los que se repiten referentes característicos de Vilca como las manos o los textos insertados en la composición. Aunque más optimistas que las piezas anteriores, se trata también de obras no premeditadas, en las que prima ante todo la inspiración, como explica Vilca.“Más que sensual algunas son sobre cosas personales, algunas íntimas y de opinión también. Salen propiamente sin que yo las piense antes. Es un acto espontáneo que aparece allí”.
La técnica, aunque atractiva por las texturas que consigue, aumenta sin embargo la fragilidad de las obras.“Arena mezclada con un poco de resina y cola. Se aplica sobre la superficie plana y es todo. Después se trabaja con acrílico y lápiz. Técnica mixta. De cuando en cuando lo uso. Es un poco difícil por el transporte, para traer esto hasta acá”, detalló.
Miguel Vilca Vargas nació en 1975 en Arequipa, Perú, donde estudió Bellas Artes. Además de haber expuesto en Arequipa, Cusco y Pucallpa, llevó sus obras el año pasado a Finlandia, con lo que esta exposición en Praga constituye su segunda aventura europea.‘El Quodlíbet del Búho’ estará expuesto en la galería Ztichlá Klika hasta el 10 de septiembre.