El Puente de Carlos tendrá "guardaespaldas"

Le pont Charles

La Alcaldía de Praga ha entrado en combate contra los vándalos cuyo blanco es uno de los símbolos de la capital checa: el Puente de Carlos. El monumento, que festejará a principios de julio su 650 aniversario, tendrá su propio servicio de "guardaespaldas".

La Alcaldía de Praga se puso de acuerdo con la Asociación de Artistas Plásticos, que tiene alquilado el Puente de Carlos, para asegurar la protección del monumento las 24 horas al día. A partir de este verano una patrulla financiada por los artistas que exponen su obra en el Puente de Carlos vigilará la valiosa construcción también por la noche y no solamente durante el día como ocurre en la actualidad. Hasta fines de marzo aumentará el número de las cámaras de seguridad en el Puente de Carlos, según indicó el teniente de alcalde mayor de Praga, Rudolf Blazek.

"En cada una de las torres del Puente de Carlos serán instaladas cinco cámaras, que monitorearán el acontecer en el Puente durante 24 horas al día y registrarán las imágenes. En caso de que ocurra algo la policía tendrá la posibilidad de encontrar e identificar inmediatamente al delincuente".

El concejal encargado de la Cultura, Milan Richter, confía en que las medidas adoptadas impedirán el deterioro del monumento por los vándalos, saldo del cual es bastante alarmante.

"Dieciocho de las treinta y una estatuas están perjudicadas. Es una cifra realmente trascendental".

La Alcaldía de Praga procedió a una revisión profunda de los daños en el Puente de Carlos después de que hace más de un mes un individuo desconocido desmontó una parte de una inscripción en hebreo del grupo escultórico de Santa Cruz. Los buzos profesionales de la Policía lograron encontrar en las aguas del Moldava tres fragmentos de dicha inscripción, así como una espada de ceremonias, trozos de la custodia del grupo escultórico de San Norberto, fragmentos de una vieja linterna de gas y pedazos metálicos del soporte de una de las estatuas. En vano buscaron un ángel de unos 40 kilos de peso que desapareció del grupo escultórico de la Virgen María con San Bernardo.

En el futuro los concejales de Praga prevén instalar al lado de cada estatua un sensor que detectará el movimiento o el tacto.