El primer satélite uruguayo se gesta en Praga

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Varios proyectos espaciales dieron pasos de gigante durante el Congreso Internacional de Astronáutica (IAC 2010) que tuvo lugar en Praga durante la pasada semana. Entre ellos, el de un grupo de estudiantes uruguayos que están convencidos de poder poner en órbita el primer satélite de su país.

Estudiantes de la Facultad de Ingenieria de la Universidad de la República de Montevideo, en Uruguay, están afanados en la construcción del primer satélite del país. La presidenta de la rama estudiantil del Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos de dicha universidad, María Victoria Alonsopérez, explica cómo así quieren evitar dedicarse a proyectos que podrían ser solo aplicables en la teoría.

“En Uruguay estamos dando los primeros pasos en todo lo que sería lo técnico de la ingeniería espacial, pero estamos haciendo el primer satélite uruguayo. Está hecho por estudiantes, y bueno, yo estoy a cargo del sistema de control y determinación de actitud. Todo se hace desde cero. La única forma de aprender a hacer algo es hacerlo uno mismo”.

María Victoria Alonsopérez en el IAC 2010
En el grupo, ninguno de sus integrantes, divididos por secciones en pequeños equipos, llega a los treinta años. Sin un apoyo estatal por el momento, el mayor problema con el que se encuentran los estudiantes es la escasez de medios, como continúa relatando María Victoria Alonsopérez.

“Obviamente estamos buscando siempre formas de financiación, pero lo bueno de todo esto es que aprendemos a optimizar al máximo todos los recursos que tenemos. También muchas veces tenemos que comprar cosas de menos calidad o empezar a buscar más, traer de Europa, de Estados Unidos,… que ese es otro tema también, la importación de los materiales, ya que en Uruguay no hay. Pero eventualmente, la idea es tener hecho el primer satélite uruguayo, ya que todavía no tenemos un satélite propio”.

Los avances para el proyecto resultantes de la asistencia al Congreso Internacional de Astronáutica, en el que tan solo registrarse ya cuesta más de 800 euros, hacen que incluso para un grupo de estudiantes que tienen que cruzar el océano, estén fuera de toda duda sus aplicaciones inmediatas. Para María Victoria Alonsopérez, el IAC de Praga es el segundo consecutivo al que asiste.

“Lo que tiene de bueno venir acá es que pude hablar con muchos que son ingenieros en determinación y control de actitud. Porque nosotros tuvimos que basarnos en toda la información de publicaciones de otras universidades. Entender lo que era la determinación de la actitud fue muchísimo, porque no entendíamos cómo era, cuál era el cálculo matemático,… Todo eso nos requirió leer muchísimo, y acá tengo la posibilidad de que en una semana ya resolví muchísimos problemas, porque vas a los stand, tienes amigos que ya pasaron por lo mismo. Mucha gente ha hecho ya este mismo sistema, y todo el mundo coincide en que es algo complicado, pero me han ayudado bastante para hacerlo lo más fácil posible sin financiación”.

El Congreso Internacional de Astronáutica se despidió de Praga habiendo acercado un poco más el espacio a la Tierra. La edición 62 de la mayor reunión de su tipo en el mundo se celebrará el año que viene en Ciudad del Cabo, en Sudáfrica.