El primer matrimonio civil en tierras checas se celebró hace 150 años en el Ayuntamiento de la Ciudad Vieja

Foto ilustrativa: Martin Franta/Archivo de Charlotta Tichá 008/e-Sbírky/Museo nacional

Sucedió el 5 de marzo de 1871 gracias a una ley recién aprobada. Hasta entonces solo era posible casarse por la iglesia.

En la Europea medieval era habitual la ceremonia de matrimonio en la iglesia con la presencia de un sacerdote, pero para concertar un matrimonio bastaba con una promesa realizada en privado ante testigos. El Concilio de Trento cambió esto en los años 1545 y 1563, estableciendo que el matrimonio debe ser concertado en presencia de un cura y dos testigos en una parroquia. Desde el siglo XVIII, sin embargo, el matrimonio comenzó a salir de la jurisdicción eclesiástica para entrar en la esfera del derecho secular, y no solo en los países protestantes. En Francia, por ejemplo, las bodas civiles son posibles desde el año 1787.

Tras la fundación de la Checoslovaquia independiente, se aceptó en el año 1919 una ley que incluía las bodas y separaciones civiles. Según esta ley, por ejemplo, se consideraba no aptas para contraer matrimonio las personas con discapacidad mental, las menores de 14 años o los varones impotentes. Otro inconveniente era, por ejemplo, el parentesco hasta un cuarto grado tanto natural como político. También eran considerados no válidos los matrimonios contraídos por miedo o bajo la creencia errónea de que la mujer estuviera encinta. Con la llegada del régimen comunista, el único matrimonio con valor legal era el civil.

Tras la Revolución de Terciopelo, en la ley de 1992 de nuevo se aceptaba la opción de los matrimonios eclesiásticos.

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