El presidente Klaus y el ministro Schwarzenberg se atacan mutuamente

Karel Schwarzenberg, foto: ČTK

La rivalidad, y cierta antipatía, entre el presidente Václav Klaus y el ministro de Relaciones Exteriores Karel Schwarzenberg salieron finalmente a la luz del día. El mandatario criticó la política exterior y el canciller le recordó que debe comportarse como presidente y no como un provocador.

Karel Schwarzenberg,  foto: ČTK
Cuando el primer ministro Petr Nečas le entregó al presidente la lista con los nombres del nuevo Gobierno, hace más de un año, Klaus dijo en voz alta que no le parecía que la cartera de Relaciones Exteriores estuviera a cargo de Karel Schwarzenberg.

A la prensa se filtró que al mandatario no le gustaba que Schwarzenberg viviera, entonces, más tiempo en Viena que en Praga y que al final pudiera representar más los intereses de Austria que los de Chequia.

Con motivo de la reunión anual de los embajadores checos, el presidente Klaus criticó ante los diplomáticos la política exterior impulsada por el ministro Schwarzenberg.

La respuesta del canciller no se hizo esperar. Schwarzenberg devolvió el golpe y en un programa de la Televisión Checa dijo que no se trató de una crítica, que fue un ataque premeditado.

“Creo que el presidente de la República debería prestarle más atención al cargo que desempeña y no presentarse en el exterior como un gracioso provocador”, dijo el canciller.

Por su parte, el mandatario dijo que le parecía muy triste que el ministro de Relaciones Exteriores atacara al presidente de la República en lugar de defender su trabajo.

Václav Klaus
La política exterior impulsada por la Cancillería busca mantener relaciones muy estrechas con EE.UU. y respalda el papel de la Unión Europea como organización continental, mientras que Klaus es un férreo euroescéptico y apuesta por mejorar las relaciones con Rusia.

Las fricciones entre Klaus y Schwarzenberg no son nuevas. Karel Schwarzenberg apoyó desde Viena a los disidentes anticomunistas, antes de 1989, y fue el jefe de la Oficina de Václav Havel cuando éste era presidente de la República tras el triunfo de la Revolución de Terciopelo, eso fue suficiente para no caer bien al mandatario. La mutua antipatía se mantuvo bajo la mesa, hasta que el presidente criticó la política exterior de Schwarzenberg.

Cuando el primer ministro Petr Nečas incluyó a Schwarzenberg en su Gabinete, Klaus lo aceptó a regañadientes, no le quedaba de otra ya que Karel Schwarzenberg es el líder de TOP 09, el segundo partido de la coalición de Gobierno.