El pionero de la computación A. Svoboda trabajó durante la Segunda Guerra Mundial para la Alianza antinazi
La vida del científico checo Antonín Svoboda estuvo tan repleta de avatares dramáticos como una novela de aventuras. Antonín Svoboda, que nació en 1907 en Praga, ofreció antes de la Segunda Guerra Mundial al Ministerio de Defensa el proyecto de un dispositivo de puntería destinado a la artillería antiaérea. El científico estuvo trabajando en los detalles del proyecto hasta la ocupación de Checoslovaquia en marzo de 1939.
Antonín Svoboda huyó del país con la documentación del aparato militar en el último momento, cuando ya le pisaba los talones la Gestapo. El científico se refugió con su esposa en Francia, donde seguiría desarrollando su proyecto bajo los auspicios del Ministerio de Guerra francés. Antes de que estuviera concluído el diseño, Francia capituló y fue necesario ponerse en fuga otra vez.
Las circunstancias de la fuga del matrimonio Svoboda ante los nazis en Francia fueron muy dramáticas. Poco tiempo antes de la caída de Francia les nacieron gemelos. Sin embargo, sólo uno de los niños, Tomás, sobrevivió.
Los Svoboda huían con el niño en bicicleta a través de toda Francia rumbo a Marsella. Durante todo el penoso viaje, Svoboda llevaba en el cuadro de su bicicleta el diseño del aparato de puntería para la artillería antiaérea que quería entregar a los Aliados.
Proseguir el viaje desde Marsella, donde se concentraban dos millones de fugitivos, era muy difícil. Al embarcarse el científico checo en el atestado buque que debía transportarlo a Casablanca, un oficial francés le instó en tono desabrido: "¡O Ud., o la bicicleta!" Y con estas palabras tiró al mar la bicicleta con la documentación del aparato de mira.
Después de muchos avatares, Antonín Svoboda llegó a Estados Unidos donde recibiría la oferta de trabajar en el Instituto Tecnológico de Massachussets. Allí se incorporó al grupo que desarrollaba un dispositivo de puntería antiaéreo, dirigido por radar y destinado para los buques de guerra.
El dispositivo, denominado Mark 56, fue instalado en numerosos buques de guerra estadounidenses, y en la fase final de la contienda, en el Pacífico, salvó vidas de millares de marineros de Estados Unidos.
Al construir el dispositivo antiaéreo, Antonín Svoboda tenía la posibilidad de participar en la creación de la técnica de computación y colaborar con la mayoría de sus pioneros,como John von Neumann y Norbert Wiener.
Una vez terminada la guerra, los colegas estadounidenses invitaron a Svoboda a reunir los resultados de las investigaciones en un libro. El primer libro sobre las computadoras en el mundo es la obra del científico checo Computing Mechanisms and linkages.
Svoboda tenía la posibilidad de quedarse en Estados Unidos, pero prefirió regresar a Praga. Su idea era: " Tal como Suiza es una potencia en relojería, Checoslovaquia podría serlo en computadoras".
Antonín Svoboda fundó el Instituto de Máquinas Matemáticas que construiría la primera computadora checoslovaca y fue nombrado su director. Sin embargo, debido a las vejaciones por parte del régimen comunista no ocupó este puesto durante mucho tiempo.
Un día el científico llegó a su oficina y detrás de su mesa estaba sentado un hombre desconocido que le dijo: "Siéntese en otra parte, yo estoy encargado de controlar sus decisiones desde el punto de vista político".
Sobre el desarrollo de la técnica de computación empezaron a decidir personas incompetentes. En 1964, cuando la situación llegó a ser insostenible, el Profesor Svoboda decidió emigrar con un grupo de sus colaboradores.La fuga a través de la frontera yugoslavo-italiana también fue muy aventurera.Svoboda se marchó a Estados Unidos, donde trabajaría en la Universidad de California hasta 1977. La lista de sus ex alumnos, que ocupan importantes puestos en Silicon Valley, es muy respetable.
El 18 de mayo de 1980, la costa occidental de Estados Unidos fue sacudida por una erupción del volcán Mount St. Helens. En ese mismo instante se detenía el corazón del Profesor Antonín Svoboda en la cercana Portland.