El PIB checo sigue creciendo a pesar de la crisis, de momento
Mientras que las principales economías se desaceleran o incluso entran en recesión, como Alemania o Italia, la República Checa sigue desarrollándose y acercándose al PIB por habitante promedio de la Europa de los Veintisiete. De hecho la economía checa creció en el tercer trimestre de 2008 un 4,7 por ciento más respecto al mismo periodo del año pasado.
Sin embargo, para el vicepresidente de la Cámara de Comercio Internacional de la República Checa, Jaromír Drábek, esto no significa que el país se dirija a la recesión.
“Hay una serie de sectores que están pasando por una reestructuración, pero se trata solo de una optimización del crecimiento. Esto significa que se reduce el número de empleados, pero solo de los trabajadores que se habían contratado en la época de mayor crecimiento. Es decir, se adaptan a la desaceleración de su desarrollo”, explicó.
No obstante, hay predicciones para todos los gustos, según se considere la importancia de las relaciones comerciales checas con la Eurozona. Mientras que por un lado el Ministerio de Finanzas pronostica un crecimiento del PIB del 3 por ciento en 2009, los expertos más pesimistas vaticinan un mero uno por ciento. Para el economista Petr Dufek, el Gobierno debería ser lo más realista posible a la hora de predecir los efectos de la crisis.
“La verdad de las predicciones las conoceremos, por desgracia, dentro de un año y medio. Creo que la economía checa se ralentizará mucho, más de lo que supone el Banco Nacional Checo. Pero no se trata de en cuánto difieran los pronósticos, sino en qué se hace con ellos. Y aquí tenemos el problema de que el presupuesto del Estado para 2009 está basado en un crecimiento del 4,8 por ciento, de manera que cuenta con unos ingresos fiscales que seguramente no se materializarán”, afirmó.
En cuanto al PIB per cápita, la República Checa se sitúa en tercer lugar entre los países de reciente incorporación a la Unión Europea, con un 80 por ciento de la media, por detrás de Chipre y Eslovenia. La mejor cifra la disfruta Luxemburgo, con un 250 por ciento de la media europea. España se encuentra en el promedio, con un 106 por ciento.
