El patrimonio del Partido Comunista - Primera Parte

Con este espacio, "Del Totalitarismo a la Democracia", Radio Praga trata de ofrecer un vistazo sobre lo que ha representado el proceso de transición en la República Checa. Este espacio está dedicado a todas las personas interesadas en conocer detalles sobre la transformación checa desde la dictadura comunista hasta la democracia, por lo que creemos que encontraremos muchos radioescuchas en Cuba, donde importantes sectores de la población se preparan también para un proceso de cambio pacífico en la Isla.

Para ejercer el poder sobre una sociedad, manipular a los individuos por una parte y, por otra, a todos ellos en conjunto, hace falta evidentemente contar con una serie de medios: ideología, violencia física y, no menos importante, dinero y propiedades. Si el poder tiene la aspiración de ser totalitario, de su definición se desprende que tal aspiración desea verificarse en el mayor marco y con la mayor intensidad posibles; consecuentemente, su tendencia natural es conservar e imponer su influencia sobre una sociedad mediante todos los medios a su alcance. De esa forma se convertirá, en todos aquellos ambientes que son relevantes desde la perspectiva del dominio sobre la sociedad, o bien en el guía exclusivo o, al menos, en el que mantiene la hegemonía.

En el caso comunista, además, en vista de la ideológicamente argumentada inmoralidad de la propiedad privada (especialmente en el ámbito de los medios de producción), la manipulación y control de la propiedad se lleva a cabo como el medio más legítimo de actuación política y legal.

En el ámbito checoslovaco, este estado de cosas estaba ya reflejado con una cierta moderación en la Constitución de la República Checoslovaca del ano 1948, y después, de una forma más radical, en la Constitución del año 1960, en cuyo artículo 8o quedaba fijada la así llamada "propiedad socialista común", dentro de la cual quedaban incluidos todos los medios influyentes y relevantes de propiedad; según el artículo 10, la única propiedad privada considerada aceptable era la propiedad privada de artículos de uso.

Estos principios fueron posteriormente adoptados en el nivel legislativo por leyes económicas y civiles. Los "medios influyentes y relevantes de propiedad" fueron entonces transferidos a diferentes foros de "propiedad socialista común", lo cual permitió al Partido Comunista de Checoslovaquia controlarlos en gran parte a través de medios indirectos, gracias a una serie de sujetos supeditados a la maquinaria estatal en donde residía esa "fuerza directora" de la que se hablaba en el artículo 4o de la Constitución; otra parte de las propiedades, sin embargo, la controlaba directamente desde su posición de dueño absoluto.

Para trazar la delgada frontera entre la propiedad privada permitida, la propiedad socialista común y las propiedades directas del Partido Comunista Checoslovaco, se estableció tácitamente que no puede considerarse propiedad privada nada que pueda tener una relevancia influyente o de poder; el patrimonio del Partido Comunista debe ser todo aquello con importancia directa para el Partido y su existencia, es decir, todo lo que puede contribuir a su funcionamiento, la propagación de su ideología o lo que pueda contribuir a la multiplicación de sus miembros.

A pesar de que la fase inicial de búsqueda de fuentes de propiedad estuvo característicamente marcada por la improvisación de los funcionarios del Partido responsables de su financiación, la principal tarea pudo llevarse a cabo: es decir, la acumulación de medios para las elecciones del año 1946 y para la intensa campaña propagandística, para la remilitarización de los años siguientes y para otros objetivos; para ello se utilizaron incluso medios ilegales (como, por ejemplo, reventas u operaciones ilegítimas de divisas, sobre todo la supresión de los marcos alemanes; venta y distribución ilegal de alcohol, contrabando ilegal de tabaco hacia Austria y Alemania, etc.).

Un año después de haber conseguido el poder, sin embargo, se dio un nuevo giro a la forma de actuar del Partido, consiguiendo en un corto tiempo materializar la institucionalización de sus recursos y reconocerlos en un sistema legislativo. Este proceso continuó ininterrumpidamente durante un periodo de cuarenta años. Hacia finales del año 1989, el Partido Comunista de Checoslovaquia disponía de las siguientes fuentes de recursos:

a) Cuotas de los miembros. Se trataba de un recurso altamente estimado por los miembros del Partido Comunista de Checoslovaquia, teniendo en cuenta que su número no era precisamente pequeno. Lo específico de estas contribuciones era que lo que pagaban no se podía considerar "stricto sensu" en detrimento del patrimonio de los miembros del Partido, ya que era después compensado y multiplicado con ventajas de las que sólo dichos miembros podían disfrutar, incluidas algunas relacionadas con el ejercicio de la propiedad. De manera que la pertenencia al Partido Comunista suponía en realidad, en referencia a las condiciones sociales y al ejercicio de la propiedad, una ventaja en comparación con el resto de la sociedad.

b) Entradas directas desde el presupuesto estatal. Durante los últimos veinte años de la hegemonía comunista, el monto total procedente de la ayuda estatal alcanzó la cifra de 200 millones de dólares. En comparación con esta cantidad, las actuales discusiones en torno a la financiación de los partidos por parte del Estado giran en torno a cifras que pueden ser estimadas como despreciables.

c) Las dotaciones indirectas. Estas suponían en realidad la parte más elevada en la contabilidad del Partido Comunista. Aparecían tanto en forma de dotaciones provenientes de sectores no manufactureros, como a través de diferentes dispositivos económicos. Según la encuesta distribuida entre una serie de empresarios que suministraban tales dotaciones, la cantidad que aparece como dotación económica anual es de 31 millones de dólares. Ciertas fuentes indirectas de financiación, no obstante, no aparecían bajo forma de finanzas o de propiedades.

Como ejemplo, cabe aducir el presupuesto del que disponía la formación de un cuerpo especial del Ministerio del Interior dedicado a la seguridad de las actividades del Partido, que ascendía anualmente a más de 40 millones de coronas checoslovacas; otros 35 millones se dedicaban a guardaespaldas. La cantidad total de estas dotaciones llegaba a 1.800-2.140 millones de dólares.

Naturalmente, hay que aceptar que el método de cálculo no es completamente fiable a causa de la dificultad contable de registrar los movimientos económicos de un sistema ya desaparecido, pero al fin y al cabo, es el único método disponible. Basándonos en los datos aportados por el Departamento de Estadística Checo, teniendo en cuenta que el índice de inflación entre 1989 y 2003 es de un 309%, el correspondiente actual de esta cantidad, en dinero de hoy, variaría entre unos 8.620-10.350 millones de dólares.

d) Propiedades estatales que estaban cedidas indefinidamente al Partido Comunista. A fecha del 31 de diciembre de 1989, el valor total de este patrimonio, que siempre fue oficialmente propiedad del Estado aunque a total y permanente disposición de lo que quisiera hacer con él el Partido, ascendía a 160 millones de dólares; dicho patrimonio estaba compuesto por 159 propiedades inmobiliarias, que precisamente para el Partido suponían una circunstancia de la cual no dejaba de aprovecharse. Se trataba, sobre todo, de propiedades inmobiliarias utilizadas como secretariados, escuelas políticas, internados, hoteles, centros de alojamiento e imprentas.

e) Propiedades a nombre del Partido. El patrimonio propio del Partido se formó legalmente de acuerdo con el Instituto Socialista de la Propiedad Común. Su valor total ascendía supuestamente a finales del año 1989 a 289,39 millones de dólares. La suma la conformaban, entre otros, los siguientes y más representativos elementos: — El patrimonio de la Oficina de la Propiedad del Partido Comunista de Checoslovaquia. — Pragoservis Praga: administraba sobre todo una serie de instituciones recreativas. — Servicios de prensa y publicaciones del Partido Comunista de Checoslovaquia. — El Departamento para la Historia del Partido Comunista de Checoslovaquia.

En la contabilización no entran las propiedades de otras organizaciones y sujetos que estaban directamente supeditados al Partido Comunista de Checoslovaquia en el marco del Forum Nacional. El más importante de todos, a este respecto, es el patrimonio del anteriormente mencionado Instituto Socialista de la Propiedad Común; no hay que olvidar, no obstante, que ninguna de las cantidades con las que el Estado promovía el funcionamiento del resto de los componentes del Frente Nacional era despreciable; sólo para el armamento de las Milicias Populares, es decir, los cuerpos armados del Partido, el Ministerio de Defensa Nacional aportó una cantidad de 33,5 millones de dólares.

Autor: Pavel Molak
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