El órgano barroco más grande de Chequia vuelve a sonar
Tras más de dos años de reparaciones, el órgano barroco de la iglesia de San Mauricio, en Olomouc, ha recuperado su sonido original. Se trata del órgano más grande del país y uno de los más grandes de Europa Central.
Con más de 8000 tubos y 95 registros, el órgano de la iglesia de San Mauricio, en Olomouc, es el más grande de Chequia y uno de los más grandes de la región. El instrumento volvió a sonar con su sonido original tras más de dos años de reparaciones, que estuvieron a cargo de una importante empresa eslovena, dedicada a este tipo de trabajos.
A causa de la complejidad del instrumento, de su tamaño y la cantidad de piezas que lo componen, su trabajo de restauración ha sido una tarea altamente demandante. No menos sencillo ha resultado afinar los 8000 tubos del órgano tras las reparaciones, como explica el organista Jiří Stodůlka.
“Se necesitan dos personas para afinar el órgano. Necesitamos saber cómo suena el instrumento desde el frente y no solo desde el interior del instrumento. Escuchados desde ambas perspectivas, los sonidos son diferentes. Para realizar la tarea, una persona debe presionar las teclas al tiempo que la otra ajusta los tubos”.
El órgano fue construído en 1745 por Michael Engler, quien pertenecía a una familia de fabricantes de este tipo de instrumentos. En total, se estima que Engler llegó a crear unos 40 órganos, de los cuales solo dos han sobrevivido al paso del tiempo. El ejemplar ubicado en la iglesia de San Mauricio, además, ha logrado recuperar un sonido mucho más claro, según cuenta Jiří Stodůlka.
“Antes de la reparación, apenas se encendía el órgano, se escuchaban unos fuertes crujidos, incluso antes de comenzar a tocarlo. Los conductos de aire estaban agrietados en muchos lugares, por lo que el aire se escapaba a través de estas ranuras. Además, el órgano estaba cubierto por una gruesa capa de polvo, lo que amortiguaba el sonido de los tubos. Con las reparaciones se han sellado grietas en los conductos de aire y se limpiaron completamente los tubos. Ahora, el sonido es mucho más completo y colorido que antes de la reparación. Los registros individuales recuperaron el timbre que les era propio”.
El pastor František Hanáček, a cargo de supervisar los arreglos del órgano, explicó que la tarea resultó doblemente compleja, ya que, además de corroborar que los trabajos se realizaran de forma adecuada, los trámites para autorizar el desarme del instrumento y su traslado a Eslovenia tampoco fueron sencillos.
“Por ser un monumento cultural, el Ministerio de Cultura tuvo que autorizar su exportación. Las partes individuales del órgano se llevaron a Eslovenia en varios camiones, donde una empresa se encargó de las reparaciones. Entre otras cosas, allí se limpiaron las tuberías y se cambiaron algunos componentes, como los rodamientos. En mayo del año pasado el instrumento fue devuelto y almacenado temporalmente en nuestra iglesia. Desde entonces, las partes individuales se han vuelto a colocar en la caja del órgano”.
Según Hanáček, la reparación del órgano forma parte de un conjunto de medidas que tienen por objetivo la puesta en valor de toda la iglesia. Los trabajos de restauración, además del fantástico instrumento barroco, también han incluído la fachada del edificio y su torre de vigilancia, aunque todavía queda trabajo por hacer.
“Hemos reparado la torre sur, allí hay una escalera nueva. Actualmente se está planificando una nueva exposición”.
Poco a poco, la iglesia de San Mauricio recupera su esplendor e invita a los visitantes de la ciudad a disfrutar de un sonido único en la región.