La misa de Jakub Jan Ryba, un símbolo musical de la Navidad checa
Uno de los grandes símbolos navideños musicales en Chequia es la Misa de Navidad Checa del compositor Jakub Jan Ryba. La obra suele sonar durante las fiestas en iglesias y salas de concierto de todo el país desde hace más de dos siglos.
La Misa de Navidad Checa, conocida también bajo el título de Missa pastoralis bohemica o simplemente ¡Eh, maestro! (Hej, mistře!), es una de las obras musicales checas más populares. Jakub Jan Ryba compuso la pieza en 1796 y, con el tiempo, se apoderó de los corazones de los escuchas gracias a su sencilla hermosura. El autor, que además de componer se ganaba la vida como maestro y organista, creó una obra en homenaje a las fiestas navideñas que adaptó a los gustos del pueblo.
Ryba acompañó la misa con sus propias letras en checo, algo poco común en aquella época, ya que las composiciones litúrgicas solían tener letras en latín. Sin embargo, el autor quería crear una pieza comprensible para la gente. La misa combina así la música eclesiástica barroca con melodías y ritmos que evocan los villancicos populares.
La misa comienza con las palabras: “¡Eh, maestro!”. Con esta exclamación, los pastores rurales solían llamar para iniciar el viaje a Belén. Las posteriores partes de la misa narran la historia del nacimiento de Jesucristo a través de varios diálogos entre los pastores, los maestros y los ángeles, entre otros.
La música está llena de alegría y optimismo, accesible a los escuchas de todas las generaciones, haciendo hincapié en el mensaje religioso de la Navidad: la paz, el amor y la unidad humana. La composición se distingue por varios ritmos y motivos cortos fácilmente memorables, por eso hay quienes la consideran más bien una cantata navideña.
Sin embargo, el camino de la misa hacia la gloria no era fácil. Durante su vida, Ryba se sintió subestimado, sufría mal estado de salud y su familia vivió en la pobreza, lo que resultó tan insoportable para compositor que, en 1815, se quitó la vida. Su obra cayó en el olvido durante largo tiempo hasta ser redescubierta por expertos en música, que volvieron a ponerla en escena. A partir de ese momento, forma parte inseparable de la Navidad en este país. Tradicionalmente, suele ser interpretada en iglesias, salas de concierto y lugares públicos de todo el país. Fragmentos de la obra se pueden escuchar también en algunas bandas sonoras fílmicas y otras grabaciones.
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