El Observatorio Štefánik de Praga cumple 80 años

Observatorio Štefánik en Praga

En esta edición de Radioviajes visitaremos el Observatorio Štefánik, de Praga, que este año celebra el 80 aniversario de su apertura. Sobre su historia y actualidad conversamos en Radio Praga con Pavel Najser, empleado del instituto.

Estrellas, nebulosas, galaxias, planetas, asteroides, cometas: todos estos objetos y fenómenos celestes pueden ser admirados desde hace 80 años por los visitantes del Observatorio Štefánik, de Praga.

Su historia se remonta a los años 20 del siglo pasado cuando los miembros de la Asociación Astronómica Checa decidieron llevar a cabo su gran sueño: construir en Praga un observatorio público, señala Pavel Najser.

“Los primeros intentos de abrir en Praga un observatorio público surgieron a principios del siglo XX, pero fueron interrumpidos por la Primera Guerra Mundial. Una vez terminada la guerra, fue establecida la Asociación Astronómica Checa cuyo objetivo principal era construir un observatorio para todos los públicos”, sostiene Najser.

Al escoger el nombre para el observatorio, sus autores se inspiraron en el personaje de Milan Rastislav Štefánik, astrónomo y político, considerado como uno de los fundadores del Estado checoslovaco.

El edificio contaba originalmente con una sola cúpula, la del este, mientras que la cúpula principal y la del oeste fueron construidas en 1930. En la mitad de los años 70, el Observatorio se sometió a una compleja reconstrucción después de la cual adquirió su forma actual, explica Pavel Najser.

“En los años 70 ya era evidente que el observatorio, que iba a cumplir los 40 años, no respondía a las necesidades de la capital checa. Por eso fue sometido a una profunda reconstrucción, modernización y ampliación”, destaca Najser.

El Observatorio fue equipado con un gran telescopio de la empresa alemana Zeiss, destinado a la observación de cometas y nebulosas.

En 1928, la viuda del aficionado de astronomía Rudolf König, de Viena, ofreció a la Asociación Astronómica Checa otro telescopio. En la recolecta pública, organizada para obtener el aparato, contribuyó también el primer presidente de Checoslovaquia, Tomáš Garrigue Masaryk, destaca Pavel Najser.

“La viuda de König ofreció el telescopio por 80 mil coronas. A pesar de que se trataba de una cifra reducida en comparación con el precio original del aparato, la Asociación Astronómica Checa no disponía de tanto dinero y tuvo que organizar una recolecta pública, a la cual contribuyó Tomáš Garrigue Masaryk, entre otros”, afirma Najser.

El telescopio se encuentra hoy en la cúpula principal, ubicado en un pilar clavado en la roca, para que las vibraciones del suelo provocadas por el paso de los visitantes no perturben su funcionamiento.

El Observatorio es visitado por unas 50 mil personas cada año. Les quían los empleados del instituto, la mayoría de ellos, estudiantes universitarios aficionados a la astronomía. Las visitas incluyen, por supuesto, la observación del firmamento con alguno de los telescopios.

En el caso de que aparezca algún fenómeno extraordinario como, por ejemplo, un eclipse de Sol o de Luna, los empleados del Observatorio preparan conferencias y proyecciones especiales para el público.

Otro servicio muy popular del Observatorio es el llamado Astrobús. Se trata de un autobús equipado con telescopios que durante la temporada estival viaja por el país deteniéndose en los diferentes campamentos de verano y enseñando a los niños los secretos del cielo veraniego, explica Pavel Najser.

Observatorio Štefánik en Praga
“Disponemos del llamado Astrobús con el cual visitamos los campamentos veraniegos. Tenemos la experiencia de que los niños se interesan mucho más por la astronomía cuando se encuentran en la naturaleza. Además, en el campo hay mejores condiciones para la observación”, subraya Najser.

Los ciudadanos también pueden dirigirse al Observatorio Štefánik en cualquier momento del día en caso de que hayan visto un objeto poco común en el cielo y sospechan que pueda tratarse de una visita extraterrestre. Probablemente será un planeta, un rayo de luz que refleja la superficie de un balón meteorológico o efectos especiales de alguna discoteca cercana, según dice Pavel Najser, pero ¿quién sabe?

El cielo fascina al hombre desde tiempos remotos. Los primeros observatorios primitivos los encontraríamos ya en las naciones de la Prehistoria y de la Edad Antigua. El observatorio como lo conocemos hoy apareció por primera vez en Europa y Estados Unidos después de la Primera Guerra Mundial. En la República Checa, su mayor desarrollo se produjo en los años 50.

Actualmente, se registran en el país poco menos de 30 observatorios profesionales. Los más conocidos son el de Praga, České Budějovice, Tábor, Teplice, Prostějov y Pardubice. El más curioso es el Observatorio de Antonín Bečvář, que se halla situado en los interiores de un castillo, el de Hněvín, Bohemia del Norte.

www.observatory.cz