El número de mujeres sin hijos sigue creciendo en Chequia
Cada vez hay más personas en la República Checa que no tienen descendencia, lo que acelera notablemente el crecimiento de la edad media de la población.
El envejecimiento de la población es uno de los problemas demográficos que más preocupa actualmente en los países desarrollados. Además del aumento de la esperanza de vida, otro de los factores más importantes está siendo la caída de la natalidad.
La República Checa no es ajena a este fenómeno. Según la Oficina Checa de Estadísticas, entre las mujeres checas que ahora se encuentran en la treintena, el 20% no tendrá hijos, tal y como apunta Roman Kurkin, del Departamento Demográfico de dicho órgano estatal.“Para los nacidos en 1985, el porcentaje sin hijos va a moverse alrededor del 20% o un poco por debajo”.
Buscar una única causa no sería posible. La decisión de tener hijos o no se ve afectada por muchas circunstancias, como por ejemplo, centrarse en el éxito profesional, dificultades económicas o simplemente por falta de motivación.
Algunas personas no sienten la necesidad o el deseo de tener hijos, como explica a la Radiodifusión Checa una mujer joven que ha decidido no tener descendencia.
“Me gusta mi vida, cómo lo tengo todo organizado, no hay nada que me limite. Además, no me gustan mucho los niños, no encuentro nada especial en ello”.
Aunque los estudios no muestran en qué porcentaje de casos una mujer decidió no ser madre de forma voluntaria, Hana Hašková, del Instituto de Sociología de la Academia de Ciencias checa, señala que en pocos casos suele ser una decisión premeditada.
“Una persona vive su vida, y después de forma regresiva intenta reconstruir qué decisión de su vida ha hecho que no sea madre. No suele pasar que la persona desde el principio rechace la posibilidad de tener hijos”.Sobre con qué nivel de catastrofismo deberíamos interpretar la cifra del 20%, Hašková añade que por el momento no hay que alarmarse, pues corresponde a un porcentaje normal en Occidente.
“Un 20% es mucho sin duda desde el punto de vista de las generaciones pasadas, donde la norma era que una mujer fuera madre. Visto así es un gran cambio. Por otro lado, si lo comparamos con la situación actual en los países de habla germana y ahora también en los países del sur de Europa, allí los porcentajes son muy altos. Desde ese punto de vista, no estamos hablando de una cifra tan grande”.
El cambio de tendencia llama la atención especialmente en la República Checa, donde entre las mujeres nacidas en 1960 solo el 6% no tuvo descendencia.
En general, los países que pertenecían al Bloque del Este tenían mayores tasas de natalidad que el resto de países de Europa. Unas cifras que tras la caída del Telón de Acero se han ido igualando progresivamente.