El NO de Francia altera política interna de los miembros de la UE

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El triunfo del NO en Francia ha alterado la política interna de los países de la Unión Europea. Mientras el presidente de Francia, Jacques Chirac, inició conversaciones con sus homólogos europeos para confirmar que su país, como uno de los fundadores de la UE, participará activamente en su funcionamiento, en la República Checa la Constitución Europea enfrenta al primer ministro y presidente checos.

Presidente checo,  Václav Klaus  (Foto: CTK)
El presidente checo, Václav Klaus, siempre expresó su desacuerdo con la ratificación del texto de la Constitución Europea, ahora que en Francia triunfó el NO, el mandatario asegura que la Carta Magna está muerta. Una opinión contraria expresa el primer ministro, Jiri Paroubek, quien, al igual que otros políticos europeos, insiste en que el proceso de ratificación debe continuar.

El primer ministro Jiri Paroubek enfatizó que el proceso de ratificación debe continuar y que en los próximos dos años se sabrá cuántos países votaron a favor de la Constitución Europea. En alusión al presidente Klaus y al Partido Cívico democrático, Paroubek matizó que no veía razón para que alguna fuerza en la República Checa exprese que todo el proceso cayó, que está muerto.

Primer ministro checo,   Jiri Paroubek  (Foto: CTK)
Por su parte, el presidente Klaus expresó que el resultado del referéndum francés muestra la profunda zanja que separa a la elite política europea de los ciudadanos de cada uno de los diferentes países. "Este es el mensaje que ofrece el referéndum, eso lo entienden todos, por lo que no es posible otra interpretación", destacó el presidente checo.

El rechazo de Francia a la Constitución europea ha dado lugar a un aumento del 'no' en Holanda, país que celebrará este miércoles su referéndum sobre la Carta Magna Europea.

De acuerdo con los sondeos de los institutos demoscópicos, el 59 por ciento de los holandeses podrían votar en contra de la ratificación de la Constitución, mientras que un 41 por ciento lo haría a favor.

Para que la Constitución Europea se apruebe es necesario que todos los países voten a favor, y el voto negativo de Francia ya rompió la unanimidad indispensable para la ratificación.