El Niño Jesús de Praga tiene un nuevo altar
Las personas que visitan últimamente la iglesia de la Virgen María de la Victoria, en Praga, con la famosa estatuilla del Niño Jesús de Praga, quedan verdaderamente impresionadas y encantadas. Los interiores del templo tienen un nuevo y atractivo aspecto, gracias a la instalación de modernas decoraciones litúrgicas.
Los cambios en la iglesia abarcaron el Altar para el Santo Sacrificio de la Misa, la pila y el ambón, cuya realización artística fue encargada a Otmar Oliva, que tiene su taller en la localidad morava de Velehrad. El escultor logró encajar los nuevos objetos con las decoraciones artísticas de tiempos antiguos de manera extraordinaria, alcanzando una admirable combinación de decoraciones litúrgicas antiguas y modernas, que juntas crean un ambiente inusual, según afirma Vojtěch Glogar, administrador del templo praguense de la Virgen María de la Victoria.
”A la persona que viene a este templo no le da ni en lo mínimo la impresión de que algo está de más aquí. Por el contrario, uno enlaza con lo otro y todo conjuntamente conforma una atractiva a la vez que digna forma de composición global”.El escultor Otmar Oliva insiste que para llegar a ese resultado resulta fundamental pensar en cada detalle de la obra y hacerlo todo a la perfección.
”La concha en la pila bautismal por ejemplo, la orienté en dirección al altar principal y su otro extremo en dirección al altar lateral, donde se encuentra la estatuilla del Niño Jesús de Praga”.
Otmar Oliva es autor asimismo de las decoraciones de los interiores de la basílica de Velehrad y de la catedral de San Venceslao en Olomouc. El escultor checo es apreciado igualmente en el extranjero, donde le fue conferida la decoración de la capilla privada del Papa en el Vaticano, y de la catedral en la ciudad eslovena de Maribor, entre otros trabajos.
Los nuevos objetos que decoran la iglesia de la Virgen María de la Victoria en la capital checa fueron consagrados por el arzobispo de Praga, cardenal Dominik Duka.La estatuilla del Niño Jesús de Praga llegó a la capital checa en el siglo XVI, procedente de España. En 1556 la duquesa española María Manrique de Lara se casó con el noble de Bohemia Vratislav II de Pernštejn. Como regalo de boda, la madre de la novia le dio una estatuilla del Niño Jesús. La hija de María y Vratislav, Polyxena de Lobkovic, regaló la valiosa estatuilla en 1628 al monasterio de los Carmelitas Descalzos, adjunto a la iglesia de la Virgen María de la Victoria, en Praga. El niño Jesús de Praga mide 47 centímetros y las monjas carmelitas le cambian su vestimenta de acuerdo al calendario litúrgico y con motivo de diferentes fiestas y festividades religiosas.