El milagro de la cerveza
Moisés Malvido es un restaurador de 32 años que tras realizar unas prácticas laborales con una beca internacional decidió asentarse en Praga. Su historia, sus oportunidades laborales y sobre todo su inmenso patrimonio artístico, fueron las razones principales que hicieron que este español se instalara en la capital hace ya un año y medio.
“Necesitaba trabajo y también tuve mala suerte al terminar mi carrera en el año 2009, cuando todavía no se sabía a ciencia cierta qué es lo que iba a pasar. Finalmente no pude encontrar trabajo y decidí irme al extranjero. Yo vine con una beca Leonardo por un periodo de tres meses, a hacer prácticas en una empresa de la República Checa y finalmente decidí quedarme. Aproveché ese tiempo para estudiar un poco el mercado laboral, ver las posibilidades que aquí tenía”.
Afortunadamente la suerte le sonrió y consiguió trabajo como guía turístico en una de las ciudades con mayor patrimonio artístico. Moisés Malvido comenta cómo fue ese proceso.“Cuando llegué a Praga aparte de la beca no tenía nada. Yo vine aquí a la aventura prácticamente. Entonces busqué trabajo en aquellos empleos donde yo podría defenderme en mi propio idioma, y finalmente encontré trabajo como guía turístico y creo que es el mejor trabajo del mundo. La verdad es que me siento muy satisfecho con este puesto. Poder conocer gente todos los días, poder compartir cosas y poder también conocer el mundo; porque para mí los turistas son como una ventana al mundo. Yo también aprendo mucho de estos tours, no solamente ellos, yo también lo hago”.
Moisés Malvido también habla de lo que más y menos le gusta de la ciudad conocida como el corazón de Europa.“Lo que más me gusta, podría decirse que todo menos el invierno, que es muy frío, largo y oscuro. Pero es una ciudad pequeña, cómoda y tiene una oferta cultural inmensa. Es una ciudad donde uno puede encontrar lo que más se asimila a sus gustos, porque es una ciudad que lo tiene todo. Si te gusta la naturaleza, si te gustan los paisajes urbanos, el arte, la música, perderte por las calles de Praga... Es lo que yo recomiendo a todo aquel que venga a esta ciudad, porque hay mucha belleza oculta a los ojos de los recién llegados. Es lo primero que le digo a toda la gente que recibo, que se pierda sin miedo por los rincones de esta ciudad”.
Otro de los aspectos que diferencian a Praga de otras ciudades europeas, es su gran oferta cultural. Ballet, ópera y muchos conciertos a buen precio.“Uno puede encontrar aquí música clásica, música rock, jazz... siempre hay donde elegir. Hay precios para todos los bolsillos y uno puede encontrar aquí algunas posibilidades y opciones que España, por ejemplo, no tiene. Yo pude asistir el otro día a un concierto de la filarmónica checa. Para mi es una de las mejores del mundo. Y la verdad es que esa experiencia es impagable. Poder hacerlo a diario es algo que no tiene precio.”
Con un poco de nostalgia, Moisés también recuerda lo que más añora de España a parte de su familia y amigos.“Lo que más echo de menos es el pescado,por supuesto. Imagínate para una persona de Galicia lo duro que es tener que vivir sin pescado. Una persona de la costa como yo”.
Para todas aquellas personas que estén pensando venir a República Checa en busca de trabajo, Moisés les aconseja lo siguiente.
“Me gustaría darles un consejo a todas aquellas personas que están pensado en ir al extranjero y al principio tienen miedo porque no saben lo que les va a deparar la vida. El consejo que les doy es que todo el trabajo que puedan hacer previamente desde casa, buscar trabajo a través de las redes, enviar currículum... Hoy en día está muy de moda también hacer entrevistas por Skype. La verdad que es una herramienta muy útil que nos ayuda a estar más cerca hoy en día. Todo el trabajo previo que se pueda realizar desde casa antes de dar el paso de marchar. Yo me he guiado sobre todo por una página checa, se llama Expats, y también por Grafton y Manpower, son las fuentes más abundantes de ofertas de empleo”.
Como especialista en arte, Moisés también aporta su impresión acerca de la capital checa.“Yo he tenido la suerte de realizar prácticas en una academia de artes. La academia de arte, diseño y arquitectura de Praga, y ahí hay gente de todo el mundo, gente de México, de Japón... Todo el mundo habla de París cuando se refiere al arte, pero Praga es una gran desconocida en ese respecto y hay mucho que ver aquí también”.
Aunque en un primer momento Moisés reconozca que los checos pueden parecer distantes y fríos, él ha podido conocer la gran generosidad de los ciudadanos checos.
“Tengo que quitarme el sombrero ante esta gente. A mí me han tratado muy bien sin apenas conocerme. Me han abierto la puerta de su casa, me han ayudado y me han animado. Tengo mucho que agradecerles a los checos. Yo siempre digo a la gente que no se queden con esa primera impresión. Estamos en una cultura distinta y también tienen un carácter bastante marcado por todos los acontecimientos históricos que han vivido recientemente. Pero cuando uno conoce al checo de verdad y se gana un poco de su confianza, la cosa cambia radicalmente y desde luego el ambiente que se ve en los pub y en las discotecas no es el que se ve en las calles. Es el milagro de la cerveza”.
Yo siempre digo a la gente que no se queden con esa primera impresión.
Y así ve su futuro en la capital checa.
“Llevo un año y medio, pero aquí espero quedarme unos tres o cuatro años mas. Tengo esto planteado como algo pasajero ya que la vida no puede detenerse por esto que está pasando en España, y aquí estamos. Un tiempo razonable hasta que las cosas mejoren un poco en España”.
Así es la vida de este joven español que al igual que sus antepasados tuvo que dejar su Galicia natal para buscar nuevas oportunidades y un futuro mejor.