El gran éxito del festival de música Colours of Ostrava

Foto: ČTK

Más de 30 mil personas participaron en la undécima edición del festival de música Colours of Ostrava, que cerró sus puertas este domingo. Además de conciertos de diversos géneros musicales, los asistentes pudieron apreciar el complejo de la antigua planta siderúrgica donde la actividad tuvo lugar por primera vez.

Bobby McFerrin
Alanis Morissette, Bobby McFerrin, Kronos Quartet o Anthony and the Johnsons. Como cada año, el cartel del festival Colours of Ostrava, que se celebró del 12 al 15 de julio en Moravia-Silesia, contó con varios nombres sonados de la escena musical internacional. Colours of Ostrava aborda prácticamente todos los géneros y ofrece lo mejor de la música de todo el mundo. Su gran renombre y particular ambiente despierta el interés de muchos artistas, como por ejemplo de la cantante canadiense Alanis Morissette que ofreció un concierto el sábado, explica Zlata Holušová, directora del festival.

Alanis Morissette,  foto: Archivo del festival
“Alanis Morissette quiso actuar en el festival. El entorno musical y el estupendo público proveniente de la República Checa y de toda Europa que se reúne en Ostrava es muy atractivo para este tipo de intérpretes. Incluso las grandes estrellas dicen que un festival que cuenta con tantos intérpretes insólitos es algo único en el mundo”.

También la nueva sede del festival, la antigua planta siderúrgica de Vítkovice, se mostró ideal para celebrar la actividad. Zlata Holušová explica los motivos que llevaron los organizadores a trasladar el evento desde el centro de la ciudad de Ostrava a la zona industrial.

Zlata Holušová
“En los últimos años, las entradas se agotaron rápidamente y no había otra posibilidad de ampliar el lugar. Por eso decidimos trasladar el festival a un sitio donde cabe más gente y donde podemos ofrecer un programa más interesante. El área de Vítkovice puede albergar hasta 50.000 asistentes”.

La undécima edición del festival superó las expectativas de la directora. Un total de 32.000 espectadores asistieron a conciertos de unas 150 bandas de más de 40 países que se desarrollaron en doce escenarios. Además de música, el evento ofreció representaciones teatrales, proyecciones de películas, talleres de música y baile, debates y visitas guiadas de los altos hornos y otras instalaciones que recuerdan la historia industrial de la región.

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La preparación de la próxima edición de Colours of Ostrava ya se puso en marcha. Y como cada año, los organizadores prometen que será aún mejor que la que acaba de terminar.

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