El Gobierno no logra combatir el tabaquismo entre los jóvenes
El Gobierno checo reconoce que su programa de prevención y lucha contra el tabaquismo entre los menores tiene grandes lagunas. De no ser por el elevado precio de los cigarrillos, a los adolescentes nada les impide comprarse una cajetilla de cigarrillos en un quiosco o un comercio. El oficialismo endurece por ello la lucha contra esta adicción.
La mayoría de los niños checos se fuman su primer cigarrillo a los 14 años y a los 16 comienzan a fumar en forma regular, según reveló un reciente estudio realizado por la compañía Ipsos en cooperación con estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Carolina de Praga. Entre los jóvenes checos de 18 años incluidos en el estudio, sólo el 15% reconoció no haber probado nunca un cigarrillo.
Las medidas antitabaco aplicadas por el Gobierno hasta el presente, como la prohibición de fumar cerca de los colegios, en los parques infantiles y en las paradas de los medios de transporte público y la obligación de separar los restaurantes y otros locales en secciones para fumadores y no fumadores, no han dado el resultado deseado, como reconociera el ministro de Salud, Leoš Heger.”Estas medidas no ayudaron lo suficiente, por lo que se buscan otras formas de lucha contra el tabaquismo. Estamos convencidos de que el fácil acceso a los cigarrillos y la existencia de un sinnúmero de locales en los que se fuma, representan uno de los motivos del constante crecimiento del número de fumadores entre los menores. Así, prohibir el consumo de cigarrillos en los restaurantes podría representar un paso eficaz en la lucha contra las adicciones”.
Heger recordó que su Ministerio elaboró una nueva ley antitabaco y antialcohol que plantea la prohibición total del consumo de cigarrillos en los restaurantes y otros locales públicos y la aplicación de sanciones financieras por la venta de cigarrillos a los menores.El 64% de los adolescentes reconoce que fuma más cuando con sus amigos visita un restaurante, bar o discoteca. Los que más fuman, el 66%, son los jóvenes aprendices de algún oficio, quienes hacen prácticas pagadas durante el estudio. Por su parte, entre los estudiantes universitarios fuma sólo el 32%.
Según el estudio de la compañía Ipsos y de estudiantes de la Universidad Carolina, si existiera la prohibición del consumo de cigarrillos en los restaurantes, más del 30% de los jóvenes checos nunca comenzarían a fumar.