El Gobierno de Nečas sobrevive a sí mismo
El Gobierno de Petr Nečas volvió a salir airoso de una profunda crisis que parecía que podría tumbarlo. Pero esta vez las consecuencias sí cambian el panorama político del país. El menor partido de la coalición, Asuntos Públicos, pasa a la oposición y el Gobierno se apoyará en los tránsfugas que se ha dejado por el camino.
Según las encuestas, unas eventuales elecciones anticipadas habrían dado una amplia mayoría a los dos partidos de izquierdas del país, la Socialdemocracia y el Partido Comunista, que por primera vez en democracia habría alcanzado el poder.
Con ese supuesto nuevo Gobierno se habría dado marcha atrás en muchas de las reformas económicas y recortes sociales que se han hecho en los dos últimos años. Pero varios diputados lo quisieron evitar y le dieron su apoyo. Entre ellos, además de los tránsfugas de Asuntos Públicos posicionados alrededor de la viceprimera ministra Karolína Peake, también otros independientes e incluso tres que aún militan en Asuntos Públicos, ahora en la oposición.
Para el ministro de Relaciones Exteriores, Karel Schwarzenberg, no es necesario volver a cerrar otro pacto de coalición con sus nuevos aliados.“No considero en absoluto necesario cerrar un nuevo acuerdo de coalición. Ya sabemos los objetivos que tenemos. No me gustaría tener que empezar ahora a negociar un acuerdo nuevo”.
Schwarzenberg considera que el nuevo partido político que será fundado por Peake, formado por tránsfugas de Asuntos Públicos, es legítimo para sustituirlo en la coalición. El ministro incluso señala que no se trata de diputados tránsfugas, sino más bien de “refugiados”, que no tuvieron más opción que irse y que no se han acomodado en otros partidos.
El Gobierno de Petr Nečas continuará por tanto con su estricta política de subida de impuestos, recortes sociales y reformas que tantas críticas levanta. Si hace dos fines de semana los sindicatos reunieron a unas 100.000 personas en una protesta en Praga, posiblemente la mayor desde la que acabó con el régimen comunista en 1989, ahora prometen huelgas generales y una intensa campaña de acciones contra el Gobierno.El opositor Partido Socialdemócrata considera que el Gobierno está vulnerando así su propio pacto de coalición y que al menos debería eliminar de él el párrafo que dice que no se apoyará en diputados tránsfugas.