El futuro del Ayuntamiento de la Ciudad Vieja, más allá de la arquitectura

Foto: CzechTourism

El ciclo de conferencias ‘Encrucijadas de la Arquitectura’ ha tenido este año como invitado especial al arquitecto mexicano Michel Rojkind. Durante cinco días ha dirigido en Praga a estudiantes de diversas universidades checas y eslovacas en un complejo cometido: proponer la reconstrucción definitiva del Ayuntamiento de la Ciudad Vieja.

Michel Rojkind,  foto: Uli Heckmann
Pocos turistas de los que visitan cada día la plaza de la Ciudad Vieja de Praga saben que el representativo ayuntamiento de la ciudad se encuentra realmente incompleto. Toda el ala neogótica construida en 1948 fue destruida en un incendio durante el alzamiento de Praga en 1945, y desde entonces todos los proyectos de reconstrucción han terminado en nada.

Precisamente, las jornadas de seminarios y conferencias ‘Encrucijadas de la Arquitectura’, que estos días han tenido lugar en la Universidad Técnica de Praga, han tenido como actividad central la formación de un think tank puntual destinado a generar una lluvia de ideas en torno a la recuperación de la parte desaparecida del ayuntamiento, y en general, a replantear toda la plaza.

En este desafío artístico, técnico y social han participado 45 estudiantes checos y eslovacos, dirigidos e inspirados por el principal protagonista del evento, el reconocido arquitecto mexicano Michel Rojkind.

Su concepto era superar el punto de vista meramente arquitectónico y trabajar en el tema con una mirada mucho más amplia, como explicó para Radio Praga.

“Más que terminar el ayuntamiento o no, es primero cuestionarse si vale la pena que regrese el ayuntamiento, como Ayuntamiento. La idea es si se toman las decisiones importantes de la ciudad, que se tomen ahí, donde la gente en la plaza puede estar a favor y ponerse y manifestarse, que es para lo que sirve una plaza al lado de un ayuntamiento. La plaza con todo lo que va ahí, ya sea ayuntamiento, parque, plaza. Estamos partiendo desde un punto de vista muy inteligente, en el sentido de que es un estudio social, geográfico, económico, político y de programa arquitectónico para ver qué es lo que convendría que hubiera ahí. Pero el interés principal es destapar una cuestión que está ahí y que la gente la tiene dormida, como que mejor nadie la toca porque hay mucha polémica”.

‘Encrucijadas de la Arquitectura’ ha servido de antesala a la feria arquitectónica For Arch 2010, que comienza precisamente este martes, y donde se exponen las conclusiones del seminario y las soluciones propuestas por los estudiantes. Su objetivo es despertar un debate que había permanecido dormido más de sesenta años, señala Rojkind.

Aspecto actual del Ayuntamiento de la Ciudad Vieja de Praga
“No pretendemos hacer el proyecto, sino hacer una serie de cuestionamientos y planteamientos donde la gente diga: ¿y por qué no? ¿Por qué no puede existir un testimonio de una ciudad viendo ya hacia el futuro. El pasado está claro y es evidente que ya está. ¿Pero cómo lo traemos ahora a un tiempo actual con una ideología de una sociedad actual?”

Precisamente el choque entre pasado y presente es una de las mayores polémicas arquitectónicas de una Praga especialmente rica en monumentos antiguos pero temerosa de integrar a su paisaje grandes construcciones de diseño contemporáneo. Lo demuestra por ejemplo el debate surgido con el proyecto de la nueva Biblioteca Nacional, el llamado Pulpo proyectado por el fallecido Jan Kaplický, que finalmente no se realizó.

Para Rojkind es precisamente el diálogo entre lo viejo y lo moderno lo que hace interesante un espacio urbano.

“Entiendo un poco el miedo a veces, porque hay ciudades que no se han querido abrir a la cuestión contemporánea porque sienten que van a destruir su pasado y se va a acabar la historia. Pero no se acaba, al contrario. Las generaciones pasan, y hay generaciones nuevas que también se tienen que poder expresar. Y si no hay un lugar donde se expresen se van a acabar yendo adonde sí se puedan expresar. También creo que es culpa a veces de algunos arquitectos que han querido empujar muchas cosas por cuestión de ego o de poder y sin embargo sin ningún tipo de articulación o de diálogo en cómo reconozco el pasado para realmente poner algo que hable del futuro, o del presente”.

R432,  Reforma,  Ciudad de México,  2009  Render: Rojkind Arquitectos
El planteamiento de Rojkind a la hora de abordar el problema del Ayuntamiento de la Ciudad Vieja es fruto de su visión progresiva hacia la arquitectura, a la que considera inseparable de su función social. De hecho, el principal reto urbanístico de la actualidad es en su opinión la capacidad de comprender todas las facetas posibles que implica una nueva edificación.

“Yo creo que todo el mundo, por una moda, habla de arquitectura sustentable, cuando realmente tendría que ser una cuestión ética. Yo creo que deberíamos empezar a pensar en qué son capaces de hacer los proyectos que hoy hacemos. No solo que sean autosustentables, sino qué le pueden dar a la comunidad, ya sea socialmente, energéticamente, económicamente. Cómo los proyectos son capaces de detonar una economía, un mejor sentimiento social, porque existe un proyecto. Entretejer todos los factores que hoy son importantes”.

El mejor ejemplo del concepto arquitectónico de Rojkind es su polémica participación en el concurso para la construcción del Arco Bicentenario, un monumento para celebrar los 200 años de la independencia de México.

El proyecto de Rojkind, apodado por su estética decadente “el sapo postnuclear grafiteado”, se convirtió en una original forma de protesta.

Nestlé Museo del Chocolate,   Toluca,  Estado de México,  2007. Foto: Paúl Rivera
“Vamos a tomarlo para poder hacer una crítica, que un concurso te sirva para dar un punto de vista. No un concurso para ganar. Un concurso para decirle al presidente que no estábamos de acuerdo con la propuesta y que hubiera sido más interesante convocar a 36 arquitectos a planear cuál es la mejor forma de festejar un bicentenario. Invité a dos amigos: un arquitecto crítico, Alejandro Hernández, y otro urbanista, y planeamos un proyecto en el cual decíamos: si se llegara a ser algo tendría que ser vivienda social, que muy pocas veces se hace en México un concurso de vivienda social. Y la otra, crecer el espacio público. Crecer Chapultepec, hacer más hectáreas de verde, conectar todas estas arterias peatonales que se fragmentaron, y en la parte más lujosa de Reforma, donde vale más la tierra, utópicamente poner vivienda social”.

El estudio de Rojkind, fundado en 2002, está considerado como uno de los diez más importantes de la arquitectura de vanguardia actual. Entre sus obras más importantes destacan la torre R432, Nestlé Grupo de Aplicación, el Corporativo Falcón, la Casa pR34, la Torre Absolute Toronto y el Museo Nestlé del Chocolate, que surgió gracias a su iniciativa y supuso un ejemplo de arquitecto como iniciador de proyectos.

Autor: Carlos Ferrer
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