El futuro de ČEZ peligra tras los resultados negativos del primer trimestre

Foto: Filip Jandourek

El desplome de los beneficios de la compañía eléctrica ČEZ durante el primer trimestre de este año ponen de manifiesto la necesidad de una nueva estrategia por parte de la estatal.

Foto: Filip Jandourek
La publicación de los resultados del primer trimestre de la compañía estatal ČEZ pone en entredicho el futuro de la empresa. Los beneficios de los tres primeros meses fueron de 360 millones de euros, lo que supone un desplome del 44% en comparación con el mismo periodo del año anterior.

La principal razón de esta caída es el suave invierno vivido este año en la República Checa, que provocó una disminución en la demanda de electricidad y calefacción en una de las épocas de mayores ingresos para la empresa checa.

Los datos negativos acabaron con la euforia establecida en días anteriores cuando el precio de las acciones de la eléctrica se reiteraron en torno a los 20 euros a pesar de la cancelación del plan de expansión nuclear de Temelín. El proyecto contaba con la construcción de dos nuevos reactores en la central nuclear. Sin embargo, tras la decisión del gobierno checo de anular las garantías estatales para el desarrollo de proyectos nucleares, ČEZ anunció la cancelación de la licitación pública por tener dudas sobre su rentabilidad.

La disminución de los ingresos no es la única mala noticia para ČEZ, que está viviendo su peor época en los Balcanes. Por una parte, la compañía eléctrica está siendo acusada por el órgano regulador de energía búlgaro de abuso de posición dominante en el mercado y de cobro excesivo a los consumidores. Además, las inversiones en energía eólica de la empresa checa en Rumania se deterioraron tras el anuncio del gobierno de recortes en el apoyo a la energía renovable.

Temelín,  foto: Filip Jandourek
El problema se acentúa al considerar que todos estos proyectos eran supuestas fuentes de ganancias que permitían a ČEZ continuar con su expansión nuclear en Temelín. No obstante, la cancelación del proyecto deja a la compañía eléctrica checa a la deriva.

Aunque la empresa checa todavía tiene negocios en sus habituales escenarios y se está expandiendo en nuevos sectores como el gas o la telefonía móvil, la compañía se encuentra como el resto del sector energético europeo, es decir, con crisis estratégicas, problemas en la dirección y sin rumbo.

El déficit estratégico parece que no cambiará hasta finales de año cuando se establezcan los nuevos objetivos europeos en torno al cambio climático y las empresas puedan tener más certeza sobre el futuro de las fuentes de energía.

Autor: Ana Abril
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