El festival del programa "herencia cultura y vida" acercó a sus visitantes a la cultura gitana de España, Hungría, Irlanda y la República Checa

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En Strnadovský Mlýn se celebró el pasado viernes el festival que puso broche final a la convivencia entre jóvenes, gitanos y no gitanos, de Hungría, Irlanda, la República Checa y España, enmarcada dentro del proyecto internacional "Herencia, Cultura y Vida".

En Strnadovský Mlýn, cerca de la ciudad de Pribram, Bohemia Central, ha tenido lugar un encuentro entre jóvenes gitanos y no gitanos de Hungría, Irlanda, la República Checa y España.

Jana Tikalová, presidenta de la organización de apoyo a la integración de minorías, Opim, con sede en Písek, Bohemia del Sur, nos explicó en que consiste el proyecto internacional que ha tenido lugar entre el 2 y el 14 de Agosto:

Los participantes gitanos y no gitanos, de edades comprendidas entre los 18 y 25 años, han desarrollado un programa para el festival, por grupos, en tres talleres: teatro, danza y música. Además, cada país ofrecerá un repertorio específico de su cultura.

Hablamos con Carmen, responsable de la asociación "Líber" de Granada, quién, como monitora del grupo español, nos explicó cómo lograron participar en el programa:

"Yo pertenezco a la asociación y bueno, el intercambio surgió de otro intercambio que hicimos en Hungría el año pasado y nos invitaron a participar en este otro, que era multilateral con cuatro países más. El objetivo era ver como viven hoy día y la historia de los gitanos en cada uno de los paises y después, la actualidad entre los jóvenes, gitanos y no gitanos. Llegamos aquí el día 2 y hasta el 14, estaremos conviviendo lo que son los jóvenes gitanos y no gitanos de Irlanda, Praga, Hungría y España".

Miguel, otro granadino perteneciente a la asociación "Líber" nos habló de la organización juvenil de la que él es miembro:

"Hoy nos encontramos en Strnadovský Mlýn, donde estamos pasando dos semanas con jóvenes de diferentes países y preparando el festival, cuyo lema es ´herencia cultural, gitana y no gitana´ de los diferentes países participantes".

"La sede de la Asociación está en Granada, en el colegio público Andrés Segovia; es una asociación de ocio y tiempo libre donde hacemos actividades con chicos que tienen problemas en su familia y actividades con discapacitados etc. Por eso estamos metidos en esta actividad, ´Herencia, Cultura y Vida´ de diferentes países".

El propio Miguel nos explicó también en que ha consistido la aportación española en el festival:

"Nosotros hemos hecho diferentes grupos; tenemos uno de danza que lo lleva Juilio, un gitano granadino, otro de teatro, que lo lleva una granadina y luego otro de música que lo llevan los húngaros. Cada uno va a hacer algo específico de su país, el de danza hará su baile, bastante espectacular, el de teatro vamos a hacer una representación sobre los gitanos, con la historia gitana, con lo que pasó en el Punjab etc."

Alba, una joven participante española nos explicó en que iba a participar ella personalmente:

"Nosotras en el país de España vamos a hacer un baile flamenco y luego un baile, ´Como ronea´, del grupo ´Las Chuches´".

Carmen hizo balance de lo que ha sido la convivencia de dos semanas entre todos los participantes, comentándonos qué aspectos de la cultura gitana de otros países le han llamado más la atención y cual considera que ha sido la aportación española, en este aspecto, para los demás grupos:

"Lo que más ha llamado la atención, y a casi todo el grupo, es que, en todos los países, al final, la cultura gitana ha sufrido el mismo racismo, la misma discriminación, saliendo todo desde el Punjab. Entonces en todos los países se ha repetido la historia de que salieron de allí cuando la invasión de los turcos y cuando cada uno fue llegando a su país, quisieron seguir conservando su cultura, cada uno a su manera, y que gracias a ese interés, aún se conserva esa cultura hoy día. En España, ha sorprendido mucho a todos los demás países que no conserven el Romanó como lengua identificativa de su cultura; nos ha costado mucho trabajo poder explicar a los demás gitanos que el romanó en España no existe por aquello de que se les cortaba la oreja o la lengua si lo hablaban, pero que tenían otro dialecto, el Caló, que aunque sea más o menos similar, no es igual y eso a los otros grupos les ha sorprendido mucho".

Por último, Miguel nos expresó su opinión sobre la República Checa y sus habitantes, así como de Praga, dónde fueron de excursión:

"Estoy bastante sorprendido porque no esperaba yo que fuese gente así de maja, quizá nosotros los españoles somos demasiado abiertos, demasiado alocados y la gente aquí no es tan alocada, pero luego, poco a poco la gente se abre. Yo no esperaba que fueran tan buena gente. Praga me pareció una de las ciudades más grandes que he visto, grandísima, espaciosa. La gente, muy buena gente, diferente. Ahí sí que hay integración gay y cosas de esas. No hay problemas, no vi ningún problema, la gente muy bien, luego, monumentos, preciosa, y sobre todo lo que más me impactó fue lo barata que es, baratísima".

Joana, una joven invidente checa quiso despedirse de la audiencia española:

"Hola, hola español y viva España".