El fenómeno Radio Stalin cumple 20 años

Foto: www.ct24.cz

Sin medios técnicos, sin fondos, sin preparación y sobre todo, sin licencia. Radio Stalin nació hace 20 años convirtiéndose en la primera radio pirata de Checoslovaquia. Hablando el mismo lenguaje de la juventud de entonces se convirtieron en todo un fenómeno de masas a pesar de la precariedad e ilegalidad en la que vivían.

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“El locutor se equivocó tres veces en la misma frase, pero bromea sobre ello y pone una música extraordinaria. ¡No habíamos escuchado nunca música tan buena en la radio!”, decía la prensa de 1990 sobre las primeras emisiones de Radio Stalin. Desde el primer momento contaron con una considerable audiencia de unas 10.000 personas que pronto se convirtieron en muchas decenas de miles más.

Las muy evidentes carencias técnicas, tanto de los medios con los que contaban como de la preparación periodística de sus responsables, eran suplidas con creces por su espíritu innovador, despreocupado y libre. Con música independiente y underground dieron un soplo de aire fresco a las ondas, en las que solo emitían cadenas estatales por entonces.

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Dos tocadiscos, un reproductor de cassette y un micrófono era todo el equipo de la nueva cadena de radio que emitía desde el parque de Letná de Praga, en una gran sala que quedó bajo el lugar donde se encontraba la estatua de Stalin en otra época (de ahí el nombre de la emisora). A pesar de todo, “nuestra radio era una pasarela de celebridades” bromea uno de sus fundadores, David Litvák. De hecho, y a pesar de transmitir fuera de la ley, uno de sus primeros invitados fue el propio presidente del país, Václav Havel, que comenzaba así su entrevista.

Václav Havel
“No soy la persona más adecuada para evaluar todo esto, porque no hace ni diez minutos que llegué. Ante todo lo que me tiene fascinado es este espacio absurdo que hay aquí. Por supuesto no sabía que existía, pero sí que se decía desde hace mucho que bajo el monumento a Stalin había algo como un refugio o un almacén de patatas”.

Pero no todo fueron favores de los representantes de la ley ante esta cadena pirata. A los pocos días de su lanzamiento, la emisión fue suprimida. Los responsables de Radio Stalin, universitarios por aquel entonces, habían solicitado en realidad la licencia, pero la espera duraba ya medio año para cuando ellos comenzaron. Unas 30.000 personas firmaron una petición para que no se cerrara Radio Stalin, y poco después, en enero de1991, volvieron a las ondas desde el club de rock independiente Bunkr, bajo el nombre de Radio Ultra… pero de nuevo sin licencia.

Eso sí, solo dos meses después la conseguirían por fin, y desde entonces pudieron establecerse en el panorama radiofónico nacional sin más trabas. Con el nombre definitivo de Radio 1, siguen hoy día las emisiones de la que fue la primera radio pirata checa, y con la que el país ha ido conociendo siempre lo último de la música nacional y mundial más independiente.