El diseño, la cerveza y la gastronomía checa llaman la atención de la Expo de Dubái
La repercusión de la creatividad y la oferta gastronómica de la República Checa en la Exposición Universal de Dubái son los temas de la segunda parte del reportaje de nuestra visita al pabellón Czech Spring.
El pabellón checo representa un oasis en el desierto emiratí no sólo por la capacidad de fabricar agua del aire, sino también por su oferta cervecera. El restaurante checo es uno de los pocos que ofrece esta bebida en la Expo 2020. En un país tan caluroso y con la venta de alcohol limitada, el restaurante checo representa un verdadero refugio para todos los amantes de esta bebida. El encargado de la barra, Jan Staník, afirma que la sed por la cerveza tipo lager y negra es enorme y la curiosidad por su forma de servirla también.
“La gente aplaude nuestra forma de tirar la cerveza de barril y, por supuesto, su sabor. Algunos se asombran al ver tanta espuma, así que les explicamos todo el ritual y los varios estilos que hay de servirla. Cuando alguien reclama mucha espuma, les servimos una cerveza pequeña con mucha espuma y después les mostramos su comportamiento, es decir, cómo la espuma se convierte en cerveza para que vean que no los queremos engañar. La repercusión es positiva. A los británicos y otras nacionalidades acostumbradas a consumir mucha cerveza tipo ale les gusta. Los británicos vienen para una degustación pero a menudo acaban quedándose y se toman más cervezas”.
Cada día a las 18:42 horas, los visitantes tienen la oportunidad de asistir a una muestra para conocer cómo servir correctamente este oro líquido checo. La hora se basa en el año de elaboración de la primera cerveza de Pilsner Urquell. El oficio de Jan Staník consiste en enseñar a servir la cerveza de Pilsen a los taberneros en todo el mundo. En Dubái inicia en esta labor al personal local del pabellón.
“Acabamos de formarlos, han pasado incluso por un examen escrito. No son oriundos de Dubái, proceden de Filipinas. Son muy hábiles y tiran la cerveza de forma extraordinaria, yo lo puedo confirmar. Uno quiere ir a la República Checa, incluso está aprendiendo checo. Este curso les sirve para ver cómo cuidar la cerveza y conocer la importancia de servirla bien”.
Cerveza con miel y canela
Una de las bebidas favoritas entre los visitantes del pabellón checo es la cerveza cortada (řezané pivo), es decir, una mezcla de cerveza rubia y negra. Los visitantes tienen también la oportunidad de probar cervezas servidas de formas no tan habituales ni en la República Checa, afirma Staník.
“Ofrecemos una cerveza llamada Honey Crust. El borde del vaso se moja en la miel y después se coloca en un recipiente con canela y azúcar. El sabor dulce combinado con cerveza es interesante. También vertemos canela sobre espuma a través de un colador especial para crear diferentes imágenes. Es muy popular y los visitantes del pabellón checo se entretienen bastante con estas cervezas”.
Comida tradicional con toque moderno
El menú del restaurante ofrece gastronomía moderna basada en ingredientes tradicionales checos y sigue las tendencias culinarias actuales, así como el carácter cultural de los Emiratos Árabes Unidos. El chef del pabellón checo, Jan Heřmánek, repasa la oferta gastronómica del restaurante.
“Ofrecemos gulash, filetes empanados con ensalada de patata, conejo, pato, sopa de gulash y de patata. También postres como strudel de manzana o ñoquis con ciruelas. Es como si trasladaran una taberna checa a Dubái. A los clientes extranjeros los orientamos con fotografías de los platos, pero frecuentemente tenemos que explicar qué ingredientes llevan”.
No todos los ingredientes son accesibles en el mercado local y algunos se tienen que enviar desde Chequia, prosigue Heřmánek.
“Por ejemplo, especias para elaborar pan de jengibre. La carne de conejo resulta difícil de encontrar, pero es posible. Los knedlíky son difíciles de elaborar, ya que aquí no hay harina entrefina. A veces mezclamos diferentes harinas o encontramos una parecida, pero no es lo mismo, así que los elaboramos de pan”.
Una pared hidropónica construida por la empresa GreenTech y ubicada en el restaurante, permite a los cocineros sazonar comidas con hierbas frescas frente a sus ojos.
El extraordinario diseño checo ha conquistado Dubái
Lo primero que llama la atención en el vestíbulo del pabellón es la monumental instalación luminosa Golden Rain, del taller de la empresa checa
Lasvit. La obra, fabricada de fibras metálicas y vidrio, fusiona el oficio cristalero tradicional con las tecnologías modernas. Su color dorado simboliza que el agua en el desierto tiene precio de oro. El fundador de la empresa Lasvit, Leon Jakimič, ofreció más detalles.
“Golden Rain es obra de nuestro jefe de diseñadores Maxim Velčovský. Quería seguir el tema del pabellón checo, que es la sostenibilidad, y expresar de forma artística la tecnología que se exhibe, como la producción de agua a partir del aire y el florecimiento de un oasis en el desierto. Esto queda descrito abstractamente a través de cristal, metal y una lámpara con luces pulsantes para crear la impresión del movimiento. Muchos visitantes se toman fotos con ella y nos da mucho gusto”.
La empresa Lasvit no es novata en Dubái. Sus instalaciones artísticas adornan dos estaciones de metro, la Ópera, un restaurante en el edificio más alto del mundo, el Burj Khalifa, y varios hoteles de lujo, entre otros lugares. El éxito de la empresa en el país árabe impulsó la apertura de una sucursal, que satisface la demanda de los visitantes de la feria. Leon Jakimič aplaude el concepto comercial del pabellón checo.
“La repercusión es extraordinaria. El comisario del pabellón y su equipo concibieron la muestra de forma comercial y no tradicional, ya que con anterioridad se mostraban en especial lugares turísticos pero sin gran efecto comercial. Ahora se presentan empresas e ideas checas. Sobre el pabellón se han publicado muchos artículos en medios de comunicación y hay demanda por productos de las empresas presentes. Nuestra gente ya trabaja en seis proyectos basados en el diseño de la instalación Golden Rain”.
La moneda más grande del mundo
Hasta finales del año, el público pudo admirar en Dubái los productos de la Casa de la Moneda Checa, entre ellas una pieza única, detalló el representante de la empresa Jaroslav Černý.
“Exhibimos la moneda más grande del mundo, de 130 kilógramos de peso, que fue fabricada en 2010 con ocasión del centenario de la corona checa. Mostramos también monedas de plata y oro, monedas de inversión León Checo y táleros. No todos saben que el término dólar procede del territorio checo, donde se acuñaban táleros que llegaron hasta las Américas. Allí cambiaron alguna letra y la moneda se convirtió en dólar”.
Hologramas únicos contra la falsificación
La atención de los visitantes la captó también la exhibición de la empresa nanotecnológica IQ Structures que se dedica a la creación de hologramas para prevenir la falsificación, entre otras cosas, explicó su representante Tomáš Kethal.
“Creamos también ópticas nanoestructuradas y nos dedicamos a la nanoimpresión 3D. En Dubái presentamos el modelo más pequeño del mundo de la mezquita de La Meca, de menos de un milímetro, hecho de oro puro. Esta presentación demuestra las posibilidades de tecnologías enfocadas a la futura impresión de equipos para sustituir órganos, tejidos y el desarrollo de nuevos materiales ligeros y firmes para la industria aérea, espacial, militar, etcétera. Presentamos elementos de protección contra la falsificación elaborados con nanoimpresión 3D para proteger billetes, pasaportes y documentos de identidad”.
Parte de la exhibición permanente la conforma la llamativa instalación Fluidum de los artistas Petr Vacek y Adam Cigler. Este sistema cinético de 85 espejos controlados robóticamente transforma el reflejo del espectador y su entorno en una superficie de agua vertical. A esferas abstractas transmite al visitante también el objeto artístico Phoenix Energy del artista Jakub Nepraš. La capa inferior muestra al visitante la percepción del tiempo y la esfera material de la que depende la civilización actual, mientras que la capa superior demuestra que hay que dedicarse y cuidar la esfera mental. La extensa obra pictórica “Efecto de alas de mariposa” de la pintora checa Adéla Oliva apunta a “la necesidad de sostenibilidad del frágil equilibrio del mundo y la interconexión de los elementos básicos con el hombre”.
La estatua de piedra Victoria Robota del artista checo Jaroslav Róna, situada enfrente del pabellón, transmite al público también un mensaje. La obra de 16 toneladas, tallada de una sola piedra de granito, representa un robot con la calavera del último humano en las manos. La estatua conmemora el centenario de la publicación de la obra R.U.R del escritor checo Karel Čapek y recuerda la importancia del equilibrio entre el mundo de la inteligencia artificial y el mundo natural.
El 15 de enero se inauguró en el pabellón checo la exposición Smart Cities, o Ciudades Inteligentes, organizada por el Ministerio de Industria y Comercio de la República Checa y la agencia CzechTrade. La muestra ofrece un recorrido virtual por una ciudad del futuro de entre 10 o 20 años que presentará tecnologías y soluciones innovadoras en las que las empresas checas están trabajando para facilitar la vida en las urbes.