El coche, un gran ayudante para las mujeres

Cada vez más mujeres checas sacan la licencia de conducir para no tener que depender de nadie a la hora de viajar. Aún así, entre los seis millones de conductores registrados en la República Checa, sólo 2,5 millones son mujeres. Las que manejan a diario son menos todavía.

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Tres mujeres de distintas generaciones compartirán en esta A Toda Marcha su opinión sobre su relación para con los coches. Todas coinciden que aprender a manejar es fácil, pero que lo sustancial es manejar con cuidado para llegar a salvo a la meta. Zlata es la que más años lleva al volante. En diciembre se cumplirán 40 años desde que obtuvo la licencia de conducir, según confesó. ”Me gusta manejar y he tenido la suerte de que mi padre me ha dejado conducir desde que recibí la licencia. Lo único que me da miedo es tener que ir en coche por la autopista que une las ciudades de Praga y Brno. Esta vía se considera muy peligrosa y los accidentes de tráfico son muy frecuentes allí. Pero sí me gusta manejar”, recalcó Zlata.

Věra maneja unos 25 años y dice que el automóvil es un gran ayudante.

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“Me agrada sentarme al volante, pero prefiero viajar sola porque, si sucediera algo, un accidente por ejemplo, me afectaría sólo a mí. El coche lo considero un gran ayudante. Lo utilizo para ir de compras y para desplazarme hacia donde necesito”, señaló Věra. A diferencia de los hombres que utilizan los coches para cuestiones de trabajo, para las mujeres el automóvil es un medio de transporte que les facilita las compras, pueden llevar en él a sus hijos a la escuela, y hasta al perro al veterinario. Jana, madre de dos hijos pequeños, nos cuenta cuáles son sus criterios al comprar un automóvil. “Para mí lo sustancial es el precio del coche y cuánto combustible consume. Prefiero los autos pequeños pero que tienen un espacioso maletero. Debe gustarme también el color del automóvil, pero lo fundamental es que sea seguro”, sostuvo Jana.

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También Věra prefiere automóviles más pequeños porque, según dice, es mucho más fácil estacionarlos. “Yo no entiendo mucho de automóviles. Por eso lo principal para mí es que el coche me guste a primera vista, que no sea demasiado grande para aparcar con facilidad y que tenga un atractivo color. Además, debo sentirme bien en él, o sea sentirme segura”, dice Věra.

Zlata afirma que ella nunca ha tenido problemas con el tamaño de un coche, ni para aparcar, pero admite que no le va bien conducir en reversa.

“No tengo mayores problemas para estacionar el coche en cualquier sitio. Lo que me causa dolores de cabeza es cuando tengo que dar marcha atrás. Varias veces he tumbado cubos de basura, que no sé cómo aparecieron detrás de mi coche... También he chocado contra un balaustre del portón de entrada al patio de mi casa y contra la cerca del jardín. Pero al final siempre logro llegar a donde necesito”, indica Zlata.

Al reflexionar sobre quiénes son mejores al volante, si las mujeres o los hombres, todas coinciden que las mujeres manejan más seguro que los hombres, según resume Jana.

“Los peores son los muchachos jóvenes alrededor de los 20 años. Será porque no sienten tanta responsabilidad al manejar. Corren demasiado. A diferencia de las mujeres, que son más cuidadosas, los hombres en general son más competitivos en las carreteras y más temerarios. Se enojan cuando alguien les adelanta, porque todos se creen dueños de la carretera”, recalcó Jana.

Tanto Zlata como Věra y Jana reconocen no obstante, que cuando tienen algún defecto en el coche, por ejemplo, cuando pinchan un neumático, sí tienen problemas. Es allí que se acaba su independencia y se ven obligadas a pedir ayuda a un hombre dispuesto a socorrer.