El Banco Mundial recomienda a la RCh una radical reforma de pensiones
La República Checa debería realizar una radical reforma del sistema de pensiones. Ésta es una de las principales recomendaciones del Banco Mundial incluidas en el análisis de los problemas económicos checos que esta organización elaboró a petición del Gobierno de este país y publicó la semana pasada.
El actual déficit del sistema de pensiones checo representa el 9% del conjunto de los gastos estatales en pensiones, lo que supone el 1% del Producto Interno Bruto. El Banco Mundial estima que de mantener la República Checa las actuales condiciones para obtener la pensión, dicho déficit aumentaría durante los próximos veinte años hasta el 3% del Producto Interno Bruto.
Cuenta habida de que la República Checa aspira a entrar en la Unión Europea, cuyos criterios de Maastricht estipulan que el endeudamiento total de los países miembros no debe sobrepasar el 3% del Producto Interno Bruto, es evidente que el actual sistema de pensiones checo tiene que someterse a una reforma radical.
La receta que el Banco Mundial recomienda a este país es dura y dolorosa: incrementar la edad promedia de jubilación incluso después del año 2007, a partir del cual la edad de jubilación pasaría a 62 años para los hombres y a 61 para las mujeres sin hijos; valorizar las pensiones tan sólo en caso de alza de los precios de consumo sin tomar en consideración el aumento de los salarios; y hacer más estrictas las condiciones para la jubilación anticipada.