El amaño de partidos sacude al fútbol checo
La Asociación de Fútbol de la República Checa vive un terremoto desde que el viernes la Policía entrara en su sede en una operación contra la corrupción en la segunda y la tercera liga. Veinte personas están acusadas de pertenecer a un grupo criminal que amañaba partidos y las cabezas han empezado a caer.
El ya exvicepresidente de la Asociación Checa de Fútbol, el antiguo árbitro Roman Berbr, presentó este lunes su dimisión a ese y todos sus cargos dentro del balompié nacional. En realidad, lo hizo su abogado, ya que Berbr se encuentra en prisión provisional desde la operación policial iniciada el viernes. Según diversos medios, junto a Berbr siguen en prisión el también ya exdirector deportivo del club praguense Slavoj Vyšehrad, que milita en la segunda división, el árbitro Tomáš Grimm y el exjugador Michal Káník. Otras 15 personas de las que no se conoce su identidad, quedaron en libertad provisional el sábado a la espera de los avances de la investigación sobre el amaño de partidos, que favorecerían, especialmente, al Slavoj Vyšehrad, aseguran los diferentes medios.
Tras la sesión extraordinaria de la Asociación celebrada el lunes, el presidente del fútbol checo, Martin Malík, anunciaba la destitución de prácticamente todo el Comité de Árbitros, que encabezaba una personalidad tan notoria como el exjugador y exentrenador Jozef Chovanec, tantas veces campeón con el Sparta de Praga, tanto corriendo en el campo en los 80 como dirigiendo desde el banquillo hasta hace no tanto. Como informó Malík en rueda de prensa, no cabía otra solución.
“Considerando que la causa afecta a un gran número de árbitros de varias competiciones, no se podía tomar cualquier otra decisión que no fuera esta”.
Según informaciones aportadas por el servidor de Lidové noviny, Chovanec estaría acusado de sustituir al equipo arbitral originalmente designado antes de, al menos, un partido.
Martin Malík aseguró en la rueda de prensa que había pensado en presentar él mismo su dimisión, ya que considera que la culpa no es solo de unas pocas personas sino que, en gran medida, es compartida por toda la Asociación.
“Todos los que tenemos algún cargo en el fútbol checo hemos permitido esta situación. Algunos por haber cometido un error, otros por haber mirado para otro lado para no pillarse los dedos, y otros por no tener la suficiente fuerza. Pero, a fin de cuentas, culpables somos todos”.
Pero Malík no dimitirá, dice, porque sería cobarde irse en este momento y dejar la Asociación en el estado al que la han llevado. Aseguró que deben ser ellos mismos quienes luchen por devolver la confianza en el fútbol checo a todos los niveles.
Una confianza rota a base de sobornos a árbitros para favorecer a un equipo en particular, que supuestamente sería el Slavoj Vyšehrad, club que ascendió a la segunda división nacional en 2019. Los implicados, con Roman Berbr a la cabeza, se encargaban de poner en los partidos que les interesaban a los árbitros más propensos a recibir sobornos, que, según el informe policial, rondaban los 5500 euros por partido. Los árbitros recogían el dinero en distintos puntos de Praga, como, por ejemplo, gasolineras. La Policía incluso tiene constancia de casos en los que el colegiado no fue capaz de influir en el resultado y tuvo que devolver el pago.
La operación ha requerido de una gran coordinación entre distintos equipos de investigadores, explicó a la Televisión Checa Jaroslav Ibehej, portavoz del Centro Nacional contra el Crimen Organizado.
“Nos brindó apoyo logístico la Dirección de Policía de la región de Ústí nad Labem y también hemos colaborado con la Oficina de Análisis Financiero. En la causa se ha inculpado a un total de 20 personas, especialmente por delitos relacionados con la corrupción”.
A los sospechosos se refiere el texto de la acusación como miembros de un grupo criminal organizado. Las pruebas con las que cuenta la Policía son bastante concluyentes, entre ellas se encuentran grabaciones realizadas dentro de sus coches u oficinas, pero también hay documentos sobre movimientos en sus cuentas corrientes.
El parón de las competiciones deportivas impuesto para frenar el coronavirus, al final va a servir a la Asociación de Fútbol para crear un nuevo comité de árbitros, y nombrar a los nuevos colegiados y delegados que deberán dirigir los partidos tras el terremoto.