El alcohol mató en la Nochevieja
Seis vidas humanas como mínimo se cobraron los festejos de la última noche del año 2006 en la República Checa. Los médicos de urgencia, policías y bomberos de varias regiones del país sostienen que se trata del peor saldo de la Nochevieja en los últimos años. En la mayoría de los casos el principal culpable fue el alcohol.
Los médicos del Servicio de Emergencia de Praga atendieron durante el último día del año 2006 a 273 personas, es decir cinco veces más que en un día corriente. En la mayoría de los casos se trató de heridas sufridas en estado de ebriedad. En otras regiones del país la situación fue similar.
En el hospital universitario de Ostrava, en Moravia del Norte, lucha por su vida un joven de 21 años que durante los festejos en la residencia estudiantil tomó dosis excesivas de alcohol. A un hombre de mediana edad que al regresar de la fiesta a casa se durmió en la calle, los médicos ya no le pudieron salvar, indicó la portavoz del hospital de Ostrava, Marie Dlabalová.
"Se trató de las consecuencias del alcohol. Desde las cinco permaneció acostado en la calle y desgraciadamente nadie le brindó ayuda".
"El peor caso que tuvimos que atender fue un joven que sufrió fractura de la columna cervical y quedó paralizado totalmente después de saltar a una piscina".
Mucha más suerte tuvo un hombre en la comarca de Bruntál, en Moravia del Norte, que cayó de la ventana desde una altura de unos diez metros al observar en la Nochevieja los fuegos artificiales. Sufrió sólo una conmoción cerebral y contusiones en el pecho.
Los bomberos tuvieron que liquidar en las primeras horas del Año Nuevo 99 incendios en todo el territorio del país, la mayoría de ellos provocados por petardos y otros materiales pirotécnicos. A diferencia del año pasado faltó la nieve para sofocar el fuego.
