Un festejo apagado: Praga no tendrá fuegos artificiales ni video mapping en Año Nuevo
Por tercer año consecutivo, y a causa de "circunstancias regionales", la ciudad de Praga ha decidido no realizar ningún evento masivo para celebrar el Año Nuevo. Por su parte, la Academia de Ciencias alertó de los graves efectos sobre la salud de los fuegos artificiales.
La pandemia del coronavirus ha dejado efectos devastadores en todo el mundo pero también algunas lecciones. Una de ellas, sin dudas, es la de aprovechar el momento, ya que nunca se sabe cuándo un evento completamente impensado cambiará por completo las rutinas y planes de todos.
Sin embargo, la ciudad de Praga parece hacer caso omiso a estas evidencias recientes y opta por esperar a que las circunstancias sean más favorables para festejar el Año Nuevo. De esta manera, por tercer año consecutivo, la administración municipal ha decidido cancelar este tipo de celebraciones.
Mientras que en los años pasados la pandemia tomó el lugar de la causa principal para anular estos festejos, este año, las razones son variadas, según informó el portavoz del municipio, Vít Hofman.
“Las principales razones incluyen la guerra en Ucrania, así como la situación económica desfavorable que viven muchos hogares y también la necesidad de recortar gastos desde la administración de la ciudad”.
De esta manera, Hofman dejó en claro que la cancelación de los fuegos artificiales no está vinculada a la contaminación ambiental o a los males que pueden causar a mascotas y otros animales de la ciudad, sino que las razones económicas han tenido el papel central en la decisión del gobierno.
Además de los festejos por el Año Nuevo, el 1 de enero de 2023 es también la fecha en la que se conmemoran 30 años del establecimiento de la República Checa. Esta circunstancia ha despertado una motivación mínima por parte de la administración actual, que tampoco planea realizar un show de video mapping, que consiste en proyectar imágenes sobre los edificios de la ciudad.
Sin embargo, no todo es oscuridad en estas fechas. Según Hofman, los praguenses se encontrarán con algunas iluminaciones especiales en determinados puntos de la capital.
“El 1 de enero planeamos conmemorar simbólicamente el 30 aniversario de la fundación de la República Checa con una iluminación ceremonial de algunos edificios”.
Precisamente, dichas luces representan la única iniciativa oficial para festejar estas fechas, puesto que no se ha planificado ningún otro evento masivo.
Tanto el Año Nuevo como la conmemoración del 30 aniversario de la fundación de República Checa parecen, simplemente, no encontrar su momento para brillar.
Por el contrario, en otras ciudades del país, como Most o Ústí nad Labem sí se preparan fuegos artificiales para Año Nuevo, según la agencia ČTK. Esta confirmación no satisface al Instituto Hidrometeorológico Checo de Brno, que según sus informes más recientes, los fuegos artificiales representan un factor significativamente contaminante.
“Si una fábrica produjera la décima parte de eso, irían todos a la cárcel”
Científicos de la Academia de Ciencias de la República Checa se sumaron este martes a la alerta no solo sobre los efectos contaminantes del uso de fuegos artificiales, sino especialmente sobre los efectos nocivos para la salud pública. Petr Klusoň, del Instituto de Procesos Químicos de la Academia de Ciencias, contó a la Radio Checa que mucha gente que se siente terriblemente mal después de las fiestas de Nochevieja durante varios días después, no es por haberse excedido con el alcohol, sino por la exposición a los humos de los fuegos de artificio.
“En una noche se lanzan al cielo de la República Checa unas 12,5 toneladas de magnesio, 10,5 toneladas de bario, una tonelada de estroncio, casi una tonelada de titanio, media tonelada de cobre y 1,2 toneladas de rubidio. Todo eso cae sobre nuestras cabezas. Si alguna fábrica produjera la décima parte de esa mezcla una vez al año, terminarían todos en la cárcel”.
Muchos de estos metales son cancerígenos por lo que tras cada noche de fuegos artificiales, dada su alta concentración, aumenta el riesgo de que generemos algún cáncer en el futuro, dice el nanotoxicólogo del Instituto de Medicina Experimental de la Academia de Ciencias Pavel Rössner. Las autoridades consideran que es una amenaza insignificante para la salud, pero se equivocan, sentencia Petr Klusoň.
En cualquier caso, la falta de iniciativa del gobierno municipal de Praga y la ausencia de fuegos artificiales por la razón que sea no dejarán sin opciones a turistas y residentes de la ciudad. Durante estas fechas, especialmente los restaurantes organizan veladas para la ocasión, que se pueden disfrutar tanto en plan familiar como con amigos. Del mismo modo, las fiestas privadas no escasean en estas fechas, ahora que la pandemia ha dejado lugar para, después de un período de reclusión forzada, volver a disfrutar de estos momentos con los seres queridos.