Drones al servicio de conservacionistas de monumentos históricos
Drones inteligentes desarrollados por los expertos de la Universidad Técnica de Praga (ČVUT) están ayudando a los conservacionistas de monumentos. Son capaces de tomar fotografías en sitios inaccesibles o medir a distancia la humedad.
Fotografiar estatuas de ángeles o de pinturas que decoran las cúpulas de las iglesias a una distancia de solo 10 centímetros. Esa es una de las tareas que realizan los drones especiales desarrollados en la Universidad Técnica de Praga (ČVUT).
La tecnología se pone al servicio de la historia para ayudar a proteger monumentos valiosos y facilitar el trabajo de los conservacionistas, ya que les permiten explorar sitios inaccesibles o escasamente iluminados.
Según explicó el jefe del grupo de sistemas multirobóticos, Martin Saska, a la Televisión Checa, las tareas que los drones pueden realizar son varias.
“Por lo general proporcionamos fotografías, video o modelos en 3D de los diferentes edificios o monumentos. También somos capaces de instalar sensores que miden a larga distancia la humedad del aire”.
Los drones trabajan en equipos de dos. Uno carga el equipamiento necesario, el otro se ocupa de iluminar las áreas exploradas. La tecnología permite ajustar el ángulo o la intensidad de la luz de manera que la imagen corresponda lo más fielmente a la realidad.
Los drones vuelan de manera completamente autónoma, no hace falta que un piloto u operador los dirija desde tierra. Para asegurar una máxima protección de los monumentos, los pequeños vehículos aéreos cuentan con una protección mecánica de las hélices que, al girar con alta velocidad, podrían ocasionar daños en su entorno inmediato.
Para entrenarse en el uso de drones, los conservacionistas y los técnicos acuden ya desde hace varios años a la iglesia de Stará Voda, en la región de Olomouc en Moravia. Uno de los expertos en el sitio es Pavel Petráček, estudiante de doctorado de la Facultad Electrotécnica de la ČVUT, quien explica la manera en la que trabaja el dron.
“El dron despega y sube hasta arriba. En la altura se instala en doce posiciones diferentes para, en este caso, grabar la pintura de Asia de la iglesia de Stará Voda”.
La iglesia del pequeño pueblo moravo se encuentra en un estado muy deteriorado, por lo que los daños que pudieran causar los drones en el sitio, no serían sustanciales.
El edificio se vio fuertemente dañado en varias ocasiones al sufrir primero el impacto de la presencia de soldados checoslovacos y, después, también soviéticos, al pertenecer la iglesia en el campo de maniobras militares de Libavá, establecido en 1946.
Los drones inteligentes se han aprovechado también en otros sitios de la República Checa. Los conservacionistas los utilizaron por ejemplo para explorar la fachada del cercano palacio de Plumlov o las pinturas góticas de la iglesia de San Mauricio en Olomouc.