Dos checos cruzaron el lago Baikal congelado y lo relatan en fotos
Recorrieron casi 680 kilómetros a más de 30 grados centígrados bajo cero, azotados por el viento y tropezando con bloques de hielo. Los checos Václav Sůra y Pavel Blažek atravesaron caminando el lago más profundo del mundo, el Baikal, ubicado en Siberia. En el centro comercial de Letñany, en Praga, se exponen ahora las fotos de la expedición.
Václav Sůra, de 45 años, que ha llegado al Polo Norte y ha atravesado Groenlandia, está contento con la expedición.
“No es tan difícil recorrer el lago Baikal agotado al borde de la muerte y con sabañones en el cuerpo, pero nosotros llegamos al destino en una buena condición física y sobre todo psíquica”.
Los aventureros salieron el 23 de febrero de la aldea de Kultuk, en la costa sur de Baikal. Cada uno arrastraba dos trineos cargados con más de 100 kilos de equipamiento y alimentos por persona. Durante todo el tiempo se movían por el centro del lago tratando de recorrer diariamente por lo menos 25 kilómetros para que no se les acabaran los víveres. Ello significaba caminar cada día unas ocho o nueve horas a pesar del frío y el fuerte viento.
Pero lo más difícil era acostumbrarse a los estruendos parecidos a cañonazos que se escuchaban por la noche, cuenta Václav Sůra.
“Las dos primeras noches dormimos muy poco. Es un reflejo subconsciente porque el cuerpo tarda en acostumbrarse a que la tienda de campaña se sacude a raíz de los terremotos, que este invierno han sido muy frecuentes allí. En el lago Baikal se producen 2.000 sismos al año. Así que no solamente el crujido del hielo bajo los pies, sino también los terremotos estremecen a uno constantemente y crean un ruido tremendo”.
Por su parte, Pavel Blažek apunta sobre las dificultades del terreno donde superficies de hielo liso alternaban con la nieve acumulada y montículos de hielo roto. El informático subraya que se lleva de Siberia el conocimiento que el hombre cuenta con muchas reservas interiores.“Cuesta algo naturalmente, hay que luchar, pero tenemos mucha fuerza dentro. Es solo cuestión de llegar a ese punto y empezar a aprovecharlo”.
Los checos arribaron a su destino, la aldea de Nizhneangarsk, el 19 de marzo. Veinte fotografías de gran formato de su caminata a través de Baikal se pueden ver en el centro comercial de Letñany hasta el 30 de junio.
En octubre los exploradores proyectarán un documental de su expedición en el festival internacional de películas de turismo Tourfilm en Karlovy Vary.