Distribuidores de combustibles niegan acusación por cártel
La Oficina de Protección de la Competencia Económica impuso una multa récord a las mayores empresas que distribuyen combustibles en la República Checa. Dicha Institución acusó a las gasolineras de haber concluido un convenio de cártel para evitar la competencia.
Las mayores compañías que actúan en el mercado de combustibles checo regulan los precios de la gasolina manteniéndolos en el mismo nivel, esto es la conclusión de la investigación. Así sale perdiendo el cliente, ya que si funcionara la competencia, los combustibles teóricamente podrían ser más baratos.
El cártel es un delito que es difícil de probar. Las autoridades estatales ya han tratado varias veces de comprobar que las gasolineras violan la ley que protege al cliente, pero siempre en vano. Esta vez duró la investigación casi un año y en la misma participaron 15 especialistas.
Josef Bednár, presidente de la Oficina Contra el Monopolio señaló que las empresas tendrán que pagar una multa de 10 millones de euros, lo que significa una multa sin par que este Órgano ha impuesto en su historia.
"La investigación fue relativamente complicada y de largo plazo, como es habitual en estos casos, y tengo que constatar que nuestra Oficina dedicó un gran esfuerzo y mucho tiempo para evaluar objetivamente este problema de regulación de precios sin tener apoyo de cualquier otro Órgano del Estado."
Bednár añadió que este caso es la peor violación posible de la competencia económica, ya que los carburantes afectan el precio de la demás mercancía.
Según la opinión de David Marek, economista de Patricia Finance, las medidas que quiere tomar la Oficina de Protección de la Competencia Económica producirán un beneficio sobre todo para los choferes.
"Una acusación de monopolio siempre es ventajosa para el cliente, ya que si hay competencia en el mercado, el consumidor puede comprar artículos por precios más bajos. En el caso de que exista un acuerdo sobre precios aumentados, los distribuidores pueden sacar mayor ganancia de los mismos."
Entre las seis compañías que tendrán que pagar la multa figura Shell, consorcio anglo-holandés, y Benzina, empresa checa con la mayor red de gasolineras en el país.
Vladimír Vacek, director de las gasolineras Shell, se opone a aceptar las conclusiones de los investigadores. "Nunca hemos negociado con la competencia sobre los precios ", dijo Vacek señalando que naturalmente existe una vigilancia mutua entre los consorcios con respecto a los costos, pero que eso es un habitual seguimiento de precios.
El jefe de la Agrupación de las Gasolineras, Ivan Ondrácek, no cree que los distribuidores de combustibles hubieran concluido un acuerdo, ya que de haber sido así, en la República Checa la gasolina sería aún mucho más cara.
Jirí Holovac, Jefe del OMV, una de las compañías inculpadas, sostuvo, que está convencido de que el acuerdo no existe. "Los panecillos también valen en todas las tiendas igualmente. Actuamos de una manera económica, nos acomodamos a los precios en las respectivas localidades", precisó Holovac.
La Oficina de Protección de Competencia Económica no tiene ninguna prueba directa sobre un pacto entre las gasolineras, este hecho, no obstante, no descarta la posibilidad de que el crimen sea comprobado con demostraciones indirectas.
Se espera que todas las empresas acusadas en este caso, que deberían pagar en total una suma de 10 millones de euros, recurran a la apelación contra la sentencia.