Después de 90 años se resuelve el asesinato de una mujer descuartizada y enviada en maletas

Un equipo de detectives asegura haber resuelto el asesinato de la prostituta Otýlia Vranská que hace 90 años conmocionó a la sociedad checoslovaca por su brutalidad.

Foto: David Votruba,  Muzeum Policie ČR

El 2 de septiembre de 1933, los empleados del ferrocarril en la ciudad de Bratislava se espantaron al abrir una maleta que contenía la cabeza y las piernas de una mujer asesinada. El resto del cadáver apareció en otra maleta, que llegó a la estación de trenes de la ciudad de Košice. Los equipajes fueron enviados en trenes desde Praga.

Los detectives identificaron a la víctima, se trató de Otýlie Vranská una prostituta eslovaca, de 22 años de edad, que vivía en Praga, pero cerraron el caso sin resolver porque nunca dieron con el autor del crimen. El asesinato de Vranská fue probablemente el único crimen sin aclarar en 1933. En aquel entonces, la tasa de esclarecimiento rondaba el 93%.

Otýlie Vranská | Foto:  Muzeum Policie ČR

Aquel terrorífico crimen se mantuvo en la mirilla de los detectives durante décadas, señaló para la Radio Checa el documentalista y autor del podcast Kriminálka, Mirek Vaňura.

“Creo que a ningún detective le gustan los llamados “monumentos”, o casos sin resolver, y los que están a punto de retirarse no quieren dejar nada pendiente. Cuando no hay demasiados casos por investigar, muchos detectives retoman los casos antiguos. A veces ayuda mirarlos desde otro punto de vista, descubrir en el protocolo algo que no habían detectado antes o entregárselo a un colega joven que tal vez encuentre algo nuevo. Según mi opinión, nuestro país es uno de los más seguros del mundo también gracias al buen trabajo de la Policía, que no abandona los casos. Es el orgullo de los policías”.

Un triángulo amoroso

Foto: David Votruba,  Muzeum Policie ČR

Los detectives disponían de datos, que habían reconstruido durante las últimas horas en vida de la víctima. El jueves 31 de agosto, Otýlie Vranská quedó en el palacio Koruna con el sargento Josef Pěkný, que le había prometido casarse con ella. El militar llegó al lugar acompañado por la prostituta Antonie Koklesová, según atestiguó la antigua compañera de piso de Vranská, que la había acompañado a la cita. Declaró que se produjo una discusión entre los tres. Vranská, el sargento y la otra prostituta se desplazaron más tarde a otras tabernas. Según los testimonios, la víctima fue vista por última vez en un bar en la calle Melantrichova, bastante después de la medianoche.

Foto: David Votruba,  Muzeum Policie ČR

Entre los sospechosos figuraban varias personas, pero faltaron pruebas para descubrir a los autores del crimen. Durante la primera semana, después del asesinato, la Policía recibió cientos de cartas sobre los posibles asesinos, así como diversas informaciones de los medios de comunicación.

El hecho de que en 1932 fuera encontrado otro cuerpo desmembrado en Eslovaquia y otro en Italia, llevó a los detectives a sospechar que se trataba de un asesino en serie que operaba en más países. Estaban desconcertados por las cartas anónimas del llamado “fantasma de las calles”, que había confesado de manera falsa ser el asesino de Otýlie Vranská.

Incoherencias en la investigación

El equipo que retomó el caso después de décadas descubrió varios errores. El investigador que había interrogado a los principales sospechosos, Josef Pěkný y Antonie Koklesová, ignoró las incoherencias de sus declaraciones. Ni siquiera se realizó un registro del apartamento de Pěkný como posible escena del crimen.

Crucial en la investigación fue el descubrimiento del informe original de la autopsia con conclusiones diferentes a las del informe entregado a la Policía en los años treinta, afirmó el historiador y director del Museo de la Policía Checa, Radek Galaš.

Radek Galaš | Foto: Luboš Vedral,  Český rozhlas

“La agresión no empezó con los cortes que tenía la víctima en la cabeza, estos fueron asestados cuando la persona estaba tumbada y agonizante. La causa de la muerte fue el desangramiento por un corte profundo en la garganta. Dicho de manera simple, Otýlie Vranská fue degollada. Aunque los asesinos vivieran hoy, ya no se podría hacer nada, pero el resultado alcanzado confirma que nunca hay que dejar los casos de lado, hay que investigar hasta el final”.

Los detectives buscaron coincidencias genéticas mediante análisis de ADN, ya que se habían encontrado varios pelos en la maleta y en el brazo desmembrado de la víctima. Localizaron a los nietos de Antonie Koklesová, pero el ADN no coincidió, lo que se atribuye a la contaminación de las pruebas. En aquella época, ese tipo de pruebas se ignoraba por desconocimiento.

Otýlie Vranská | Foto:  Muzeum Policie ČR

Por tanto, la solución del caso se debe especialmente al minucioso estudio del material almacenado. Galaš anunció que su equipo había logrado descubrir a los autores del asesinato gracias a pruebas circunstanciales que formaban una cadena coherente. Agregó que su equipo sostiene que el responsable del asesinato fue el sargento Josef Pěkný y como participante directa o incluso cómplice aparece Antonie Koklesová. Supuestamente se trató de un asesinato cometido por la ceguera de la pasión, aunque cuyo motivo fundamental pudo ser el temor del sargento, que veía amenazado su prestigio social por mantener una relación sentimental con una prostituta. Por su parte, Vranská pudo haber sobornado y amenazado al sargento por no cumplir la promesa de casarse con ella.  A la conclusión sobre el autor del crimen contribuyó también el hecho de que se había ejercido una fuerza considerable al cortar y seccionar la cabeza, atribuible más bien a un hombre.

La teoría de Radek Galaš y su equipo es que Otýlie Vranská buscaba un lugar donde pasar la noche porque no podía volver a su subarriendo después de la medianoche. Al no conseguirlo, se dirigió al apartamento de Pěkný, que la dejó entrar para evitar un escándalo frente a su vivienda. Después pudo surgir un conflicto entre ellos, Vranská amenazó al sargento con arruinar su carrera si no consumaba el matrimonio prometido y Pěkný decidió asesinarla.

De acuerdo con Galaš, después de pasados 90 años es difícil decir al 100% que dimos con los autores del crimen, pero nuestro equipo está convencido de que nuestra certeza es del 80%.

Autores: Dominika Bernáthová , Matěj Skalický | Fuente: Český rozhlas
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