Descubren en Pankrác las cenizas de más de 80 presos políticos víctimas del comunismo
En la penitenciaría de Pankrác, en Praga, los arqueólogos descubrieron una fosa común con las cenizas de más de 80 disidentes del régimen comunista, asesinados entre 1948 y 1965.
Aleš Kýr, historiador de los Servicios Penitenciarios, presentó en conferencia de prensa en Praga este lunes los nombres de algunos de los presos que, considerados enemigos del Estado, fueron ejecutados por los comunistas en la cárcel de Pankrác entre 1948 y 1965. Sus cuerpos fueron después incinerados y las cenizas esparcidas luego en una fosa común para que no pudieran ser nunca encontradas.
En total, en la fosa se encuentran las cenizas de más de 80 presos políticos y otros adversarios del régimen, soldados que lucharon contra los comunistas y presos que fallecieron en el hospital penitenciario de Pankrác. Los historiadores trataron de determinar los nombres de las personas cuyas cenizas se encuentran allí, pero eso resulta casi imposible, como sostuvo Aleš Kýr.
“No es posible, porque durante la cremación de los presos difuntos sus cuerpos fueron expuestos a temperaturas extremas y estas destruyeron el ADN”.
Alena Šimánková, del Archivo Nacional, aclaró que, además, los comunistas no llevaban registro de los presos ejecutados.
“En algunos pocos casos los restos mortales de los presos políticos habían sido entregados a sus familiares, pero, por lo general, los comunistas no tenían registro de los ejecutados con el lugar de su sepulcro. Así, con frecuencia las familias ni se enteraban de la ejecución de su familiar y no supieron del lugar de su entierro”.
Desde que asumieron el poder, los comunistas depositaban las urnas con las cenizas de los presos políticos ejecutados o torturados hasta la muerte en la penitenciaría de Pankrác, pero ya a mediados de los años cincuenta las urnas eran tantas que se decidió su liquidación, lo que prueba un documento de archivo con las palabras del entonces jefe de la cárcel de Pankrác, como recalcó Alena Šimánková.
“Él lo describe de manera muy cruda, hasta brutal. Dice: ‘A nosotros se nos va acumulando eso aquí, no sé qué hacer, es necesario que alguien decida cómo deshacernos de eso’”.
A finales de los años cincuenta, el Ministerio del Interior decidió que las urnas con los restos mortales de más de un año de antigüedad podían ser destruidas y las cenizas esparcidas en la tierra. Para la liquidación de las urnas no había ningún sistema, por lo que los historiadores lograron descubrir los nombres de los difuntos sólo en 20 casos, como indicó el historiador Aleš Kýr.
“En los demás casos no lo hemos determinado, pero por eliminación podemos afirmar que en la fosa común de Pankrác fueron esparcidas paulatinamente las cenizas de 44 combatientes contra el comunismo y 43 presos políticos”.
En la fosa de Pankrác terminaron también las cenizas de presos muertos en otras cárceles de Checoslovaquia. El antiguo lugar de ejecuciones en Pankrác es el tercer sitio en Praga, después de los cementerios de Ďáblice y de Motol, donde los arqueólogos descubrieron restos mortales de presos políticos y otros reclusos de los tiempos del comunismo.
De acuerdo con el historiador Kýr, el descubrimiento de la fosa común en Pankrác permite informar a las familias de los presos ejecutados durante el comunismo, cuyos restos mortales no fueron descubiertos ni en Ďáblice ni en Motol, que finalmente se conoce el último paradero de sus familiares muertos.
Se prevé que el lugar de las ejecuciones en Pankrác sea transformado en el futuro en un nuevo sitio en memoria de los crímenes del comunismo.