Denuncian polémicas modificaciones en las pinturas del calendario del reloj astronómico
La restauración del reloj astronómico de Praga en 2018 resultó en drásticas modificaciones al calendario pintado por Josef Mánes. El Ministerio de Cultura analiza una denuncia al respecto.
El reloj astronómico de Praga, ícono de la ciudad y pieza única en el mundo, marca la hora de una nueva polémica. Todas las agujas apuntan al artista Stanislav Jirčík, quien modificó notablemente las pinturas del calendario del reloj durante su restauración, que finalizó en 2018.
Los diseños originales del famoso calendario, creados por Josef Mánes en 1870, sufrieron cambios drásticos a manos de Jirčík, lo que derivó en una denuncia por parte del Club de la Vieja Praga, institución encargada de proteger la arquitectura de la ciudad.
Consultado por las tareas de restauración en su momento, Vít Hofman, portavoz de la Alcaldía de Praga, las definió como un simple proceso de mantenimiento.
“Bajamos las estatuas del reloj astronómico de forma regular, a fin de someterlas a un retoque de la laca en su superficie, que se ve expuesta a los cambios del estado del tiempo. Las mantenemos en el taller de restauración unos dos meses, después de lo cual serán colocadas nuevamente en su sitio en el reloj astronómico de Praga. Al devolverlas a su lugar, bajaremos las estatuas ubicadas por debajo de éstas y luego las someteremos al mismo proceso”.
Por su parte, Milan Patka, miembro del Club de la Vieja Praga, dejó en claro que los cambios realizados en las pinturas son numerosos e injustificados. La evidencia está a la vista: al comparar los diseños originales con los restaurados, se puede observar que las figuras han cambiado radicalmente en su aspecto físico, en sus rostros y vestimenta. Algunos personajes parecen haber sido reemplazados por otros, como una dama transformada en anciana, representando el símbolo de Libra, o un joven de capa roja, que pasó a transformarse en una mujer con un corte de cabello más moderno.
La denuncia del Club de la Vieja Praga derivó en una investigación que ahora lleva adelante la Inspección del Patrimonio Nacional del Ministerio de Cultura. Según el sitio Deník N, restauradores del Instituto de Historia del Arte de la Academia Checa de Ciencias descubrieron las diferencias en la restauración, hecho que no fue detectado por el público ni por los especialistas encargados de supervisar el trabajo.
La Inspección del Patrimonio Nacional ha solicitado documentos a la Alcaldía de Praga, propietaria del reloj astronómico, para avanzar con la investigación. Los encargados de procesar el caso se niegan a brindar mayores declaraciones al respecto antes de llegar a una conclusión.
Por el contrario, Klára Veberová, portavoz del Instituto Nacional de Monumentos, expresó en la Televisión Checa su disgusto con la situación y responsabilizó a las autoridades locales por la reparación de los daños.
“El encargo era hacer una copia exacta. En vista de que éste no ha sido cumplido y no se ha hecho una copia exacta, se trata de una violación de las estipulaciones del órgano encargado del cuidado por los monumentos históricos. Desde el punto de vista jurídico, la Alcaldía de Praga debe asumir la solución de esta causa”.
La polémica resulta especialmente embarazosa para la Alcaldía de la ciudad, que en 2018 presentó con gran entusiasmo la gran restauración del monumento histórico. En su defensa, las autoridades locales aseguran que el proceso contó con la supervisión de especialistas, que discutieron y aprobaron la apariencia final de las pinturas en su momento.
En medio de la controversia, Hofman aseguró que no se planea ninguna futura modificación o restauración en los próximos años, al margen de los trabajos de mantenimiento habituales. Sin embargo, Adam Scheinherr, Consejero de Transportes y Protección del Patrimonio de Praga, comentó a Seznam Zprávy que no descarta realizar cambios al invaluable calendario si se comprueba que la denuncia está justificada.
En este sentido, el Consejero ya adelantó a la Televisión Checa que su opinión con respecto a las obras modificadas no es positiva.
“En base a los resultados de un análisis especial al que las pinturas han sido sometidas, podemos confirmar que el trabajo de restauración realizado no ha sido hecho de forma profesional y las obras difieren de su forma original”.
Por su parte, el artista Stanislav Jirčík, máximo responsable de la polémica, se niega a dar su opinión con respecto al asunto. Mientras tanto, una copia del calendario de Josef Mánes sobrevive en el museo de la ciudad de Praga. Así, habitantes de la ciudad y turistas curiosos podrán jugar a encontrar las mil diferencias entre ambas versiones, a riesgo de que el juego no les resulte nada divertido.
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