Del Molino del Diablo a la Danzarina petrificada
Les invitamos a recorrer un intinerario de leyendas, en el seno de las montañas de Beskydy, al nordeste de Moravia, en cuyos bosques de coníferas se hallan los restos de un molino construído supuestamente por el diablo...y donde una de las montañas es, según una leyenda, una danzarina petrificada.
En el pasado casi todas las personas mayores de Celadná tenían noticia de un enorme tesoro, escondido en ese pueblo. Dos tejedores, provenientes de la cercana villa de Frýdlant, leyeron en unos viejos escritos dónde era posible hallar dicho tesoro. El buscador debía ser una persona nacida el Sábado de Gloria y el tesoro debía buscarse durante la Semana Santa.
Los tejedores, que cumplían los requisitos indicados en los viejos manuscritos, se dirigieron entonces a Celadná para probar la suerte. Después de cavar un buen rato, hallaron el arcón con el tesoro. Sabían que al sacarlo de la tierra no debían hablar, pasase lo que pasase. De otra manera les sucedería algo muy malo.
De repente pasó cerca una carroza tirada por cuatro caballos, y poco después, un carromato, tirado por un escuálido caballo. Su cochero preguntó a los tejedores: "¿Señores,estará ya lejos la carroza?"
Seguidamente pasó un caballero montando una cabra y en pos de él un enano con un carrito, quién preguntó muy preocupado: "¿Señores, podré alcanzar la carroza?"Los tejedores se echaron a reír. Uno de ellos no pudo contenerse y gritó al enano: "Estoy muerto de risa. ¿Cómo quieres alcanzar una carroza tirada por cuatro caballos que pasó por aquí hace una hora?"
Dichas estas palabras, el tesoro desapareció. Un espantoso viento levantó a los pobres tejedores a una gran altura, arrojando a uno a la cima del monte Smrk, y al otro a la montaña Ondrejník. Ambos hombres se consideraron afortunados de haber conservado la vida. Nadie más tuvo el coraje de intentar excavar el tesoro.Éste espera en Celadná a nuevos buscadores.
Mantener cerrada la boca no es precisamente nuestra especialidad. Dejemos por eso el tesoro enterrado en Celadná y adentrémonos en las montañas de Beskydy. A nuestra izquierda se alza la majestuosa montaña Smrk, a la derecha corre el impetuoso riachuelo Celadnice.
El valle de Celadnice se hace cada vez más estrecho y los árboles empiezan a murmurar otras leyendas de remotos tiempos. Después de cruzar el riachuelo, un escarpado camino nos conduce a un lugar cuyo nombre produce escalofrío: la montaña del Molino del Diablo.
Cuando el turista sube a través de los silenciosos bosques de coníferas hasta el macizo del Molino del Diablo y contempla sus formaciones rocosas, está dispuesto a creer a pies juntillas que son los restos de un molino construido por el demonio.
Una formación rocosa en ese lugar de la sierra de Beskydy lleva por nombre "Mesa del Diablo". Algunos historiadores consideran que se trata de una construcción megalítica, un dolmen que testimonia de la pasada presencia de los celtas en la sierra de Beskydy.
La leyenda narra que las formaciones rocosas son vestigios de la labor del diablo. Hace muchos y muchos años, el diablo se acercó a un labrador, preguntándole si le daría a su hija como esposa. El campesino, temiendo los maleficios del demonio, prometió que la muchacha sería la novia del diablo, pero bajo una condición: el diablo debía construir durante una sola noche un molino de agua sobre un riachuelo. El demonio debía concluir la obra antes de que cantase un gallo anunciando el nuevo día.El diablo aceptó inmediatamente la condición y la apuesta fue cerrada. Tras caer la noche, el diablo recorrió en un disfraz el pueblo comprando todos los gallos. El labrador que se había enterado a tiempo de la artimaña del diablo, logró esconder uno de los gallos.
Después el diablo llevó a los gallos comprados a una cueva y sin demora se puso a construir el molino. La obra avanzaba muy rápidamente. Cuando ya faltaba poco para que despuntara el nuevo día, toda la obra estaba hecha y faltaba sólo traer la piedra del molino.El diablo se sentía satisfecho: "Podré trabajar muy tranquilo hasta el amanecer ya que en el pueblo no hay gallo que cante anunciando la llegada del nuevo día". El demonio ató la piedra del molino con una cadena, se la echó sobre los hombros y sin mucha prisa se disponía a instalarla.
De repente muy cerca cantó un gallo. El sorprendido demonio soltó la piedra, rugiendo de cólera, hasta que temblara la tierra. Había perdido la apuesta con el labrador, quién no era tan tonto como fingió ante el diablo. El labrador se sintió inmensamente aliviado tras ganar la apuesta ya que no tenía que entregar a su hija al diablo como esposa.En la sierra de Beskydy, cerca de la aldea de Celadná, es posible ver aún hoy en día los restos del Molino del Diablo y allí yace la enorme piedra de molino por la cual el demonio perdió la apuesta.
En la piedra se ven las supuestas huellas de los hombros del diablo y grandes hoyos abiertos por los eslabones de la ígnea cadena. Así lo narra por los menos la leyenda.
Cerca de la montaña del Molino del Diablo se alza el monte Tanecnice - Danzarina en español - que debe supuestamente su nombre a los rituales paganos acompañados por salvajes y frenéticas danzas.
Una leyenda reza que hace muchos siglos, a las montañas de Beskydy llegaron los primeros pobladores. Todos trabajaban sin descanso, sólo Barka, la más linda de todas las mujeres, holgazaneaba. El anciano más respetado del pueblo intentó indagar si no estaba enferma, pero no sacó nada a limpio de las evasivas respuestas de la chica.Ordenó entonces a dos hombres que siguieran a la muchacha. Éstos averiguaron que Barka corría cada noche al bosque y en medio de los árboles danzaba a la luz de la luna.
Ello se repetía cada noche. Barka no realizaba la más mínima labor: no ordeñaba las ovejas,no ayudaba con la limpieza y sólo le apatecía danzar.
El propio Radegast, dios de la región de Beskydy, tomó la decisión de castigar a la liviana muchacha. Cuando una vez la chica estaba danzando, súbitamente sus piernas empezaron a moverse cada vez más lentamente hasta que dejaron de obedecerla. Horrorizada contemplaba cómo se fundía con una roca. La muchacha ya no se parecía a sí misma, todo su cuerpo quedó petrificado.
En el poblado de pastores, por la mañana buscaron en vano a Barka. Fueron a buscarla al claro del bosque donde solía danzar, pero constataron que éste había desaparecido.
En su lugar creció durante la noche una gran montaña. Sus pendientes caían como pliegos de las faldas de una muchacha y la montaña presentaba la forma de una danzarina petrificada. Los pastores comprendieron que el dios Radegast había sido el que había transformado a la perezosa Barka en una montaña. Y empezaron entonces a llamar a la nueva montaña Tanecnice, lo que significa en español " Danzarina".