Definitivo: el nuevo examen de bachillerato comenzará en 2011
Después de 14 años de tira y afloja, el nuevo Gobierno checo ha dado definitivamente luz verde a la puesta en marcha del nuevo examen de bachillerato, que tendrá carácter estatal. La primera prueba se realizará en 2011 y al año siguiente alcanzará su forma definitiva.
Este es el motivo que se aduce para la creación de un examen de bachillerato estatal que califique a los estudiantes con los mismos criterios, como explica el ministro de Educación, Josef Dobeš.
“La escala de los centros de educación secundaria y el concepto liberal de la educación exigen un solo examen central que sirva de comparación, de forma que podamos medir la calidad de la formación en una serie de puntos clave. Y uno de ellos es el fin de la escuela secundaria”.
Aprobado finalmente este miércoles, el examen de bachillerato estatal es ya un hecho definitivo. Cada año, su organización costará unos 18 millones de euros, una cifra que según Dobeš a la larga será superada por el consiguiente ahorro. La idea es que al tratarse de una prueba objetiva, sirva para discriminar entre los centros más y menos eficaces, y realizar así una mejor gestión. Al mismo tiempo, las universidades podrán prescindir de sus exámenes de acceso.En 2011 la prueba constará de una parte común para toda la República Checa, con un examen de lengua checa y otro a elegir entre matemáticas y lengua extranjera. Cada centro aportará además dos o tres exámenes propios. En 2012 las pruebas obligatorias comunes serán tres: checo, lengua extranjera y una tercera a elegir entre matemáticas, informática o ciencias sociales. Los estudiantes se examinarán de forma escrita, excepto en checo y en lengua extranjera.
La incertidumbre que acompaña al proyecto han provocado hasta el momento dos manifestaciones de estudiantes y la negativa declarada de 180 escuelas secundarias. Los profesores opuestos al cambio argumentan que el formato escrito de los exámenes impide llevar a cabo una enseñanza enfocada en la argumentación.
El examen estatal lleva en preparación nada menos que 14 años, postergado de una u otra manera por motivos logísticos y políticos. En 2012, cuando entre en vigor en su forma definitiva, habrá costado al Estado casi 30 millones de euros. De hecho, una de las causas de su aprobación definitiva ha sido la resistencia del Ejecutivo a desperdiciar los recursos invertidos y a tener que devolver los fondos europeos que llegaron durante todo este tiempo desde Bruselas.
La prueba de bachillerato estatal mantuvo dividida a la coalición gobernante. Finalmente, Asuntos Públicos y Top 09 ganaron la batalla en el Consejo de Ministros a pesar de la resistencia del presidente del Gobierno checo, Petr Nečas, del Partido Cívico Democrático, contrario a la puesta en marcha del proyecto.