Cuarenta fotografías del gueto de Terezín, decenas de destinos por descubrir
Album GT es un nuevo proyecto que busca identificar a los desconocidos protagonistas de una serie de fotografías tomadas en el gueto de Terezín durante la Segunda Mundial.
Rostros desconocidos que ocultan destinos olvidados de judíos checoslovacos. La iniciativa Památník ticha (Monumento del Silencio) en colaboración con los expertos del Museo Judío y el Monumento de Terezín han lanzado un nuevo proyecto que busca identificar a las personas que aparecen en cuarenta fotografías del gueto de Terezín encontradas entre los objetos personales del periodista y redactor de radio Milan Weiner.
Weiner murió en 1965, a los 44 años. Durante la guerra estuvo internado en Terezín, Auschwitz y Buchenwald y nunca habló de lo que había vivido allí.
El álbum de fotografías fue entregado a Památník ticha por Věra Weinerová, la nuera de Milan Weiner, al que nunca conoció en persona. Según cuenta, también la familia de Weiner se mostraba reacia a reabrir este capítulo de su vida.
“El álbum estaba todo el tiempo en nuestra casa, escondido entre otros álbumes. Respetaba el hecho de que la familia no quisiera hablar demasiado de los recuerdo de su padre. Así que andaba de puntillas con el tema”.
Las fotografías permanecieron olvidadas durante más de 70 años. Tras finalmente sacudirles el polvo, Věra Weinerová tuvo lo idea de realizar una exposición y se puso en contacto con el director de Památník ticha, Pavel Štingl. Juntos han lanzado un llamamiento al público con la esperanza de que les ayude a identificar a las personas que aparecen en las imágenes.
La identidad de los desconocidos no es la única incógnita en la historia. Tampoco se sabe quién tomó las fotografías. Věra Weinerová afirma que su suegro tenía experiencia fotográfica, pero hasta el momento no ha sido posible confirmar su autoría.
Las fotografías son de tamaño pequeño, tal y como se hacían en la época y, además de los rostros de las personas, reconstruyen la imagen de Terezín, el gueto por el cual pasaron más de 150 000 personas entre 1940 y 1945 antes de ser enviadas, en la gran mayoría, a campos de exterminio nazis.
En cuanto a la datación de las fotografías, Věra Weinerová afirma que es imposible determinarla con precisión.
“Podemos solo especular sobre cuándo fueron tomadas. Milan Weiner llegó a Terezín el 10 de agosto de 1942 y permaneció allí hasta septiembre de 1944. Por lo que suponemos que surgieron en este periodo”.
La existencia de las fotografías es valiosa ya que, a diferencia de otros guetos, como Lodz o Varsovia, de Terezín casi no se han conservado imágenes. Las únicas que se conocen provienen de las películas de propaganda nazis creadas durante la guerra con el fin de convencer a la Cruz Roja Internacional de que Terezín era en realidad un asentamiento agradable para judíos.
Las imágenes encontradas por Weinerová revelan los objetos que las personas traían consigo al gueto o cómo amueblaban y equipaban sus provisionales viviendas. Algunas de las fotografías fueron tomadas desde la ventana de un edificio y muestran el día a día en el gueto.
El director de Památník ticha, Pavel Štingl, asegura que el álbum, titulado G.T. por las letras que aparecen en la primera página, ofrece un testimonio extraordinario y una oportunidad de reconstruir los destinos de personas reales.
“A menudo la gente toma una imagen congelada, como se le llama en la cinematografía, y la utiliza como ilustración para un artículo o una película. Desde hace largos años se llevan debates y disputas de si es correcto, porque en realidad se trata de imágenes falsas. Y de repente, nosotros tenemos en las manos 40 fotografías con personas reales”.
Los realizadores del proyecto se dirigen ahora al público, porque mientras que el valor del álbum encontrado es indisputable, la investigación de los destinos de las personas que aparecen en las fotografías está en sus principios, cuenta Weinerová.
“Hasta el momento no hemos logrado identificar a nadie, pero lanzamos el llamamiento hace poco. Lo hemos publicado en periódicos de organizaciones judías y también en redes sociales. Eso fue apenas la semana pasada, así que ahora estamos esperando a ver qué sucede”.
Un tercer y último mayor misterio, además de la identidad de las personas fotografiadas y del autor de las imágenes, es cómo las fotografías lograron salir del gueto. Lo seguro es que el público podrá apreciarlas en una extensa exposición que Památník ticha está planeando para otoño del próximo año.
Mientras, la iniciativa ha revelado diez retratos de hombres y mujeres para que el público ayude a identificarlos. Al mismo tiempo invita a quienquiera que se haya encontrado con el propio Milan Weiner, que se pongan en contacto con los realizadores del proyecto.