Correo central de Praga, una sucursal con mayúscula
Aunque las oficinas de correo tienen fama de ser lugares bastante hostiles para los extranjeros, lo que no se sabe tanto es que en la oficina central de la calle Jindřišská muchos empleados hablan inglés y hasta español. Pero, además, se trata de un edificio tan hermoso y con tanta historia que merece ganarse un lugar entre los grandes atractivos de la ciudad de Praga.
“Esta sucursal es la más grande de la República Checa, el buque insignia de nuestra red”.
Se trata, sin lugar a dudas, de uno de los sitios más temidos por los extranjeros que acaban de instalarse en Praga o en cualquier otra ciudad checa. En multitud de páginas y foros se cuenta, de hecho, cómo se acelera el ritmo cardíaco en el momento preciso en el que aparece el numerito en cuestión y llega el turno de enfrentarse con la empleada del correo. Lo que, tal vez, no se sepa tanto es que hay un sitio en el que muy posiblemente ese temor no esté tan justificado, tal como cuenta Matyáš Vitík, jefe de comunicación del Correo checo.
“Eso se debe también al hecho de que el Correo checo no está en una buena situación financiera por lo que no podemos pagar los salarios que cobrarían empleados que hablen idiomas. De todos modos, en nuestra oficina central de correos de la calle Jindřišská sí tenemos varios trabajadores que hablan inglés y otras lenguas. Así que si algún extranjero tiene que mandar o recibir una carta puede venir aquí porque hay muchas posibilidades de que todo salga bien y pueda desarrollar su trámite sin problemas”.
Lo cierto es que, además, de ser el lugar donde más posibilidades hay de que los trámites postales lleguen a buen puerto y, sin necesidad de tener un nivel B1 de checo, el edificio central del correo es un sitio que, de por sí, vale la pena visitar. No solo por su palaciega y espectacular belleza, sino también por su impresionante historia.
“Este edificio fue construido durante el reinado de Carlos IV en el siglo XIV. Originalmente había aquí un herbario, un jardín botánico considerado el primero de toda Europa. Curiosamente, el propio Carlos IV solía venir aquí a descansar. Así que el edificio tiene una larga historia. En cuanto a su función postal, empieza recién en 1870, cuando se estableció aquí la Oficina de Correos y Telégrafos durante el Imperio Austrohúngaro. Desde entonces, ha habido y sigue habiendo aquí una oficina de correos. Esta sucursal es la más grande de la República Checa, el buque insignia de nuestra red, la que emplea a la mayor cantidad de gente y la que más servicios ofrece, así que definitivamente es una sucursal con mayúsculas”.
En venta, pero con condiciones
No obstante, no todo es color de rosa porque si bien el edificio central del Correo checo es un verdadero motivo de orgullo para los praguenses, también es cierto que esas dificultades financieras a las que hacía referencia Vitík llevó a las autoridades del correo a pensar en la idea de venderlo. De todos modos, incluso en el caso de que eso suceda, al parecer no significaría que los usuarios del correo tengan que dejar de asistir a esta sucursal con mayúscula.
“El precio estimado es de mil quinientos millones de coronas. En un primer momento, la ciudad de Praga ha mostrado interés en comprarlo para sus funcionarios, aunque luego cambió de opinión y ahora estamos estudiando el tema, pero con la seguridad de que esa venta incluiría un contrato de arrendamiento. Es decir que, aun en el caso de que el edificio donde están los gerentes se vendiera, la oficina de correos seguiría aquí. Nuestros clientes no tienen de qué preocuparse”.
Además de las oficinas y el correo en sí, este edificio cuenta también con una galería donde el público puede disfrutar de distintas exposiciones. Pero además Matyáš Vitík recomienda visitar otra auténtica gema que es el Museo postal de Praga en la calle Nové mlýny que exhibe estampillas, filatelia y todo el arte gráfico vinculado a su riquísima historia. Como si todo eso fuera poco, está ubicado nada menos que en una hermosa casa del siglo XVII con decoraciones del gran pintor Josef Navrátil. Y como no queda para nada lejos de la oficina central, los coleccionistas y fanáticos del correo hasta podrían armar un completo paseo temático.
Un edificio digno de la belleza de Praga
“Desde 1998, este edificio es monumento cultural nacional, así que no es casualidad que todo el mundo lo admire”.
A pesar de que quizás no es todavía un lugar tan conocido por los turistas, asegura Vitík que bastante a menudo se encuentra en el vestíbulo principal de la oficina central de correos con algunos grupos de turistas que traen los guías. Les muestran el edificio, les cuentan su historia y, a juzgar por las reacciones de asombro de esos visitantes que no dejan de sacar fotos, él considera que sin competir, por supuesto, con el Castillo de Praga o el Puente de Carlos, se trata de un sitio que realmente vale la pena visitar.
“La última reconstrucción de nuestra oficina de correos tuvo lugar en el año 2001 y, desde 1998, es un monumento cultural nacional, así que supongo que no es casualidad que todo el mundo admire los interiores, los esgrafiados e incluso los mostradores y la tenue iluminación nocturna. No hay dudas de que este edificio tiene su encanto”.
Agrega Vitík que, en el último tiempo, se ha utilizado este espacio para realizar distintos eventos culturales como el de ‘Mozart en la oficina de correos’, un concierto con algunas de las obras del genial compositor. También han contado en una ocasión con la orquesta postal danesa, por lo que el aspecto cultural es, sin lugar a dudas, algo central. Mucho más teniendo en cuenta la importancia simbólica que, junto a los trenes, tiene el correo para la sociedad checa, algo que se percibe, por ejemplo, en los productos que se venden en este mismo lugar, entre los cuales uno de los más populares es la muñeca cartera.
“El correo checo se fundó en 1993 tras la división de Checoslovaquia. Antes, por supuesto, estaba la oficina de correos checoslovaca. El símbolo del Correo checo, que se refleja tanto en la cultura como en la historia de nuestro país, son también los sellos postales, que rinden homenaje tanto a eventos como personalidades importantes de nuestro país”.
Además de condensar la historia del país, Vitík asegura que se trata de una tradición muy fuerte porque, al mismo tiempo que constituye un gran reconocimiento a esas personalidades, también otorga mucho prestigio. Explica que una de las series más importantes de los últimos tiempos fue la que se emitió cuando Petr Pavel fue elegido presidente: diez sellos postales que tenían la particularidad de tener colores diferentes. En ese sentido afirma que, lejos de ser conservadores, en la compañía de correo siempre tratan de innovar un poco, porque uno de sus objetivos es atraer al gran público a través de las estampillas.
“La semana pasada emitimos sellos en honor al gran compositor Bedřich Smetana, que tiene un valor nominal representado por la letra Z, lo cual significa que este sello es válido para todo el mundo. Por lo tanto, si alguien quisiera enviar una postal o una carta, por ejemplo, a América del Sur con este sello con letra Z, podría hacerlo sin problema”.
Aquellos oyentes que quieran hacerlo, ya saben entonces que, en el caso de visitar la oficina central de correos, tendrán las cosas mucho más fáciles aun sin hablar checo, y también podrán conocer y admirar un espacio digno de la belleza de Praga.
Relacionado
-
Los diez museos recomendados por Radio Praga Internacional
Radio Praga Internacional le ofrece la posibilidad de recorrer algunos de los que se habla poco, pero que tienen mucho que ofrecer y vale la pena visitar.
-
Los buzones de correos están desapareciendo
Las cabinas telefónicas desaparecieron de las ciudades checas hace varios años. Ahora de manera silenciosa han empezado a desaparecer los inconfundibles buzones de correos.